La justicia ha dado la razón al pueblo. El Juzgado de Instrucción nº 3 de Molina de Segura ha dictado sentencia absolutoria para dos vecinos de Las Torres de Cotillas, activos integrantes de la Plataforma Stop Biogás, que fueron acusados de un supuesto delito de amenazas contra el alcalde del municipio, Pedro José Noguera Asensio.
Los acusados se enfrentaban a una petición de pena que desde la Plataforma califican como “totalmente desproporcionada”: siete años y medio de prisión, una multa de 12.000 euros por daños morales y una orden de alejamiento de 500 metros. La denuncia, presentada directamente por el propio alcalde, ha sido finalmente desestimada por el juzgado tras una vista oral celebrada el pasado 11 de febrero.
Durante el juicio, los dos vecinos, padres de familia y sin antecedentes penales ni policiales, negaron en todo momento las acusaciones. La declaración de cuatro testigos, incluidos dos agentes de seguridad propuestos por el propio denunciante, desmontó por completo la versión del alcalde. Los testigos afirmaron no haber presenciado amenaza alguna ni haber escuchado ningún tipo de agresión verbal por parte de los acusados.
En un gesto inusual, el propio alcalde se representó a sí mismo durante el proceso judicial. Desde la Plataforma Stop Biogás interpretan esta maniobra como un intento de “amedrentar a quienes se atreven a levantar la voz”. Uno de los absueltos, visiblemente emocionado tras conocer la sentencia, declaró:
“Ningún vecino debería pasar por esta pesadilla por defender la salud y el futuro de su pueblo”.
La Plataforma lleva meses movilizándose pacíficamente contra la instalación de una macroplanta de biogás en Las Torres de Cotillas. Una infraestructura que, a juicio de numerosos expertos y vecinos, supone una seria amenaza para la salud pública, el medio ambiente y la calidad de vida del municipio.
La sentencia representa un respaldo judicial a la legitimidad de esta protesta ciudadana.
“Querían convertirnos en un escarmiento. Querían callarnos. Pero hoy la justicia ha dicho claro: protestar no es un delito, es un derecho”, afirmó uno de los implicados.
Desde la Plataforma Stop Biogás se insiste en que este caso trasciende la cuestión técnica de una planta industrial.
“Esto no va solo de biogás, va de democracia. Va de impedir que el poder se utilice para perseguir, dividir y asustar a quienes piensan diferente. Y va de recordar que Las Torres de Cotillas no se rinde.”