Coincidiendo con el 600º aniversario de la presencia del pueblo gitano en la península ibérica y la declaración por el gobierno de Año del Pueblo Gitano en España, la Fundación Secretariado Gitano (FSG) ha presentado hoy el barómetro La Mirada Social sobre el Pueblo Gitano en España, el primer estudio que analiza de manera integral cómo percibe la sociedad española a la comunidad gitana y hasta qué punto esa percepción se ajusta – o no- a la realidad.
El informe, elaborado por la empresa demoscópica 40dB mediante una encuesta a 1.000 personas, revela que el pueblo gitano en España continúa siendo uno de los grupos más discriminados y, al mismo tiempo, uno de los más desconocidos.
Profundo desconocimiento sobre la historia y la cultura gitanas
Este barómetro confirma que el antigitanismo se extiende de forma transversal por todo el espectro ideológico. Las personas encuestadas reconocen la discriminación que sufre la comunidad gitana, pero también expresan hacia ella uno de los niveles más bajos de simpatía. Los datos también muestran un profundo desconocimiento sobre la historia y la cultura gitanas: un 70,3% afirma saber poco sobre ellas. Persisten imágenes limitadas centradas en la música y el flamenco, mientras apenas se asocia a personas gitanas con la ciencia, la empresa o los altos cargos en las instituciones.
Datos contra creencias
También revela ámbitos en los que la percepción social se acerca más a la realidad, como el reconocimiento de la ciudadanía española de las personas gitanas, la normalización de su vivienda o la discriminación que afrontan en empleo y vivienda. No obstante, persisten ideas muy alejadas de los datos oficiales: se subestima la elevada tasa de pobreza, se sobredimensiona la dependencia de ayudas sociales y se mantiene la creencia de que la mayoría trabaja en la venta ambulante. También se duda de la escolarización en las etapas obligatorias del alumnado gitano, cuando en realidad es prácticamente total.
Respecto a la percepción de las mujeres gitanas, la mayoría de las personas encuestadas las identifica como “tradicionales”, una mirada que invisibiliza su diversidad y su avance formativo y laboral. El estudio señala, además, el escaso contacto cotidiano entre población gitana y no gitana, un factor determinante en la persistencia de prejuicios. Aunque la mayoría no rechaza la convivencia en espacios como el trabajo o la escuela, el porcentaje de personas que no manifestarían ninguna incomodidad si sus hijos o hijas tuviesen una pareja gitana es de tan sólo un 33%. Por otro lado, más de la mitad de la población percibe mejoras en la situación del pueblo gitano en los últimos veinte años, pero siguen presentes ideas equivocadas sobre la relación con la educación. Solo un 20% identifica las desigualdades estructurales del sistema educativo como parte del problema.
La mirada estereotipada y prejuiciosa es un obstáculo para la igualdad
La directora general de la Fundación, Sara Giménez, ha subrayado que este estudio “llega en un año simbólico, pero también decisivo. Después de seis siglos de historia compartida, la visión distorsionada que gran parte de la sociedad mantiene sobre la realidad del pueblo gitano es profundamente injusta. Esa mirada estereotipada y prejuiciosa es un obstáculo para la igualdad real y daña emocionalmente a las personas gitanas. Cambiar esa percepción es imprescindible””.
“Este barómetro es una herramienta imprescindible para entender qué piensa hoy la sociedad mayoritaria sobre el pueblo gitano y poder abordar de manera más realista y adecuada los prejuicios y estereotipos que pesan sobre la población gitana”. ha concluido Sara Giménez.
Este barómetro, desarrollado en el marco del Programa IgualTrato financiado por el Fondo Social Europeo Plus y cofinanciado por las subvenciones del 0,7 del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, pretende aportar datos sólidos para combatir el antigitanismo estructural y promover políticas públicas basadas en evidencias. El siguiente estudio se publicará en 2029.















