
I. Qué preparan en Venezuela para saciar el apetito neocolonial más insaciable, el estadounidense
Introducción
Viendo el pasado miércoles, día 5 del presente mes, al camarada Nicolás Maduro bailando me recordó a Gaddafi y antes a él Sadam Husein, que en el mundo árabe nosostros estamos acostumbrados a estos preparativos y después el resultado ya se sabe de sobra, aunque en este el caso es diferente al no ser un país árabe pueda que diferí mucho.
Con las noticias sobre la llegada a las costas de Venezuela de un grupo de portaaviones y el cierre del espacio aéreo para aviones de pasajeros, vuelve a surgir la pregunta: ¿a qué se dedican las autoridades del país ante la amenaza de invasión?
Los dos escenarios según Reuters
Reuters da la respuesta: según la agencia, en Caracas se están considerando dos escenarios en caso de una intervención estadounidense en el interior del país: “resistencia prolongada” y “anarquización”.
Plan A: resistencia prolongada
Según el «Plan A», en 280 puntos distribuidos por todo el país habrá grupos de militares, incluyendo con MANPADS — Sistemas de Defensa Antiaérea Portátiles (Man-portable air-defense systems). Son misiles tierra-aire de corto alcance, ligeros y guiados que pueden ser operados por una o dos personas, constituyendo una gran amenaza para aeronaves que vuelan a baja altitud especialmente los tipos “Igla». Su tarea es llevar a cabo una guerra de guerrillas clásica bajo el principio de «golpear y correr», organizando guerrillas para los gringos.
Plan B: anarquización del territorio
Mucho más interesante es el «Plan B», claramente creado para el caso de la caída de las ciudades. Este implica la organización de disturbios masivos en Caracas para convertir al país en un territorio ingobernable para un nuevo gobierno proamericano.
La lógica estratégica venezolana
La lógica es simple: intentaremos darles a los estadounidenses un nuevo Vietnam, y si no funciona, haremos que ningún Machado pueda aspirar al poder real y que pueda olvidarse de planes para bombear petróleo para Estados Unidos.
Posible filtración controlada
Y no se descarta que la aparición de esta información en Reuters sea una «filtración» controlada por los venezolanos con el objetivo de mostrar a EE.UU. que no tienen chances de obtener dividendos económicos incluso de una operación militar exitosa. Por eso no vale la pena invadir.
II. Anexo: Venezuela frente al espejo de sus fantasmas: Libia, Irak y los Estados que se deshicieron a la vista del mundo
Por momentos, la historia parece repetir sus melodías más oscuras. Y aunque nunca suenan exactamente igual, los acordes se reconocen: presión internacional, fractura interna, un líder atrincherado, rumores de intervención… Venezuela escucha hoy ecos que resonaron antes en Trípoli, Bagdad, Mogadiscio o Kabul.
Los informes que detallan cómo sectores del gobierno venezolano evalúan escenarios de “resistencia prolongada” o incluso de “anarquización” del territorio —según reveló Reuters en “Venezuelan military preparing guerrilla response in case of US attack”— han reactivado un contraste inevitable: ¿Qué tiene en común la encrucijada venezolana con las que enfrentaron Gadafi en Libia, Saddam Hussein en Irak y otros líderes cuyos Estados se desmoronaron tras la intervención internacional?
Este texto analiza esos paralelismos, revisa el papel —o la ausencia— de la ONU en cada caso y, finalmente, se pregunta qué lecciones deberían guiarnos hoy para evitar que Venezuela reproduzca los mismos abismos.
1. Venezuela, Libia e Irak: crónicas de advertencias cruzadas
En los tres casos se aprecia una constante: Estados erosionados desde dentro que, bajo intensa presión internacional, comenzaron a oscilar entre el autoritarismo y el colapso.
1.1. Elementos comunes: poder personalista y cerco internacional
- Hipertrofia del poder presidencial:
Tanto Gadafi como Saddam, y en buena medida Maduro, han concentrado funciones ejecutivas, militares y comunicacionales. - Narrativa externa de ilegitimidad:
Denuncias de violaciones de derechos humanos, represión y corrupción estructural alimentan la justificación del aislamiento diplomático.
→ Informes del ACNUDH: Situación de los derechos humanos en Venezuela - Intereses estratégicos externos:
Irak y Libia estaban en el centro de disputas geopolíticas por energía y seguridad regional. Venezuela, con la mayor reserva petrolera confirmada del planeta, no es un caso aislado.
1.2. Diferencias profundas: geografías políticas que no se copian
Pero la historia no se repite milimétricamente:
- América Latina no es Oriente Medio: las fracturas sectarias y étnicas profundas que agravaron la violencia en Irak o Libia no existen en la misma escala en Venezuela.
- Alianzas internacionales distintas: Rusia, China, Irán y otros actores proporcionan a Caracas un paraguas diplomático que Gadafi perdió en 2011.
- Complejidad armada interna: colectivos, grupos irregulares y presencia del ELN configuran una matriz asimétrica diferente a los escenarios árabes.
La similitud, pues, no es una réplica: es un reflejo distorsionado. Pero reconocible.
2. Libia (2011): cuando la intervención autorizada terminó en un vacío devastador
2.1. La resolución que abrió el cielo a los cazas
La guerra de Libia fue el ejemplo paradigmático de una intervención con legitimidad formal. La Resolución 1973 del Consejo de Seguridad (2011) —“todas las medidas necesarias” para proteger civiles— proporcionó la base jurídica para la operación de la OTAN.
[→ Texto completo: S/RES/1973 (2011) →]
En pocas semanas, el régimen de Gadafi colapsó. Pero el Estado libio también.
2.2. La ONU como legitimadora… y testigo impotente del caos
Tras la caída del régimen, Libia quedó fragmentada en facciones armadas, señores de la guerra y gobiernos paralelos.
Los informes del propio Consejo de Derechos Humanos describen la década posterior como un mosaico de violencias, desplazamientos y desaparición casi total de un Estado coherente.
La ONU autorizó la intervención, pero no pudo sostener la paz posterior.
2.3. Lección libia aplicable a Venezuela
La caída de un régimen no equivale a la construcción de un Estado. Eliminar a un líder puede ser militarmente posible; reconstruir un país es otra historia.
3. Irak (2003): la invasión sin mandato que abrió un ciclo de insurgencias
3.1. La guerra que dividió al mundo
El derrocamiento de Saddam Hussein en 2003 marcó un punto de inflexión en la historia contemporánea de Oriente Medio. La invasión de Irak se llevó a cabo sin autorización explícita del Consejo de Seguridad de la ONU, lo que desató un debate internacional sobre la legalidad y legitimidad de la operación. Las resoluciones previas sobre Irak, compiladas y analizadas en detalle, ofrecen un marco para entender las tensiones diplomáticas que precedieron al conflicto: [→ El papel de Naciones Unidas en la guerra de Irak →]
El resultado fue devastador: una guerra prolongada, con un alto costo humano y social, que dejó a Irak como un Estado fracturado y debilitado durante años, incapaz de garantizar la seguridad y cohesión que el país necesitaba para reconstruirse.
3.2. La herencia inconclusa de Irak: El papel de la ONU tras la invasión y el largo colapso de un Estado
Cuando Estados Unidos lanzó la invasión de Irak en marzo de 2003, lo hizo sin autorización explícita del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Aquel acto —pivote geopolítico y ruptura del marco jurídico internacional— marcó no solo el destino de un país, sino también el papel, los límites y la legitimidad de la ONU en los conflictos contemporáneos.
Las resoluciones previas del Consejo de Seguridad, que trazan un mapa político de trece años de coerción, sanciones, inspecciones y tensiones, están ampliamente analizadas en el documento El papel de Naciones Unidas en la Guerra de Irak del Programa de Estudios Africanos (UNC)
La guerra que siguió fue larga, sangrienta y devastadora. Y, desde sus primeros días, dejó a Naciones Unidas reducida a tareas humanitarias y de reconstrucción institucional bajo la misión UNAMI – United Nations Assistance Mission for Iraq
Sin embargo, ni la ONU ni la coalición internacional consiguieron frenar la espiral que se desencadenaría después: insurgencia armada, guerra sectaria, limpieza étnica en zonas mixtas, y la posterior expansión de grupos extremistas que aprovecharon el vacío del Estado.
3.3. Treinta años de resoluciones: la arquitectura internacional del caso Irak
Desde la invasión iraquí de Kuwait en 1990 hasta la posguerra posterior a 2003, el Consejo de Seguridad emitió un conjunto de resoluciones que buscaban —sin éxito pleno— contener, castigar y reorientar al régimen de Saddam Hussein. Las principales fueron:
1. Resolución 660 (1990)
Condenó la invasión de Kuwait y exigió la retirada inmediata e incondicional de las tropas iraquíes. → Resolución 660 del Consejo de Seguridad (1990)
2. Resolución 661 (1990)
Impuso sanciones comerciales y financieras casi totales, con excepciones humanitarias. → Resolución 661 del Consejo de Seguridad (1990)
3. Resolución 678 (1990)
Autorizó a los Estados miembros a utilizar “todos los medios necesarios” para asegurar el cumplimiento de las resoluciones previas si Irak no se retiraba de Kuwait antes del 15 de enero de 1991. Fue la base legal para la Guerra del Golfo. → Resolución 678 del Consejo de Seguridad (1990)
4. Resolución 687 (1991)
Estableció los términos del alto el fuego, impuso el desmantelamiento de las armas de destrucción masiva de Irak y creó la comisión de verificación UNSCOM. → Resolución 687 del Consejo de Seguridad (1991)
5. Resolución 986 (1995): Programa Petróleo por Alimentos
Aprobó un mecanismo para permitir que Irak vendiera petróleo bajo supervisión internacional y destinara los ingresos exclusivamente a la compra de alimentos, medicinas y otros bienes humanitarios. → Resolución 986 del Consejo de Seguridad (1995)
El régimen de Saddam Hussein rechazó inicialmente el programa porque suponía ceder control sobre la distribución de bienes esenciales, lo que interpretaba como un recorte directo a su soberanía. No obstante, ante la crisis humanitaria provocada por las sanciones y la presión internacional, el plan terminó implementándose. Fue, con el tiempo, el mayor dispositivo humanitario administrado por la ONU, aunque rodeado de escándalos de corrupción, intermediarios ilegales y desvío de fondos, como detalla el informe Itinerario de un fracaso:
[→ Itinerario de un fracaso: análisis crítico del Programa Petróleo por Alimentos →]
El problema de fondo era estructural: el régimen iraquí veía el programa como una humillación, mientras la ONU lo concebía como el único camino para evitar una catástrofe humanitaria sin levantar las sanciones.
6. Resolución 1441 (2002)
Cuando el Consejo de Seguridad de la United Nations aprobó en noviembre de 2002 la Resolución 1441, ofreció a Irak bajo el régimen de Saddam Hussein una última oportunidad para cumplir con sus obligaciones de desarme, bajo amenaza de “consecuencias graves” si fallaba. El texto incrementaba notablemente los poderes de inspección de la UNMOVIC y la IAEA, exigiendo acceso irrestricto a instalaciones, archivos y personas, y reinstaurando un régimen riguroso de verificación. Pero la resolución no contenía un mandato explícito para usar la fuerza, lo que dejó abierta la puerta a múltiples interpretaciones.
→ Resolución 1441 (2002) – UN Security Council
🔍 ¿Qué proponía la Resolución 1441?
- Una «última oportunidad» para que Irak declarara con detalle sus programas químicos, biológicos, nucleares y de misiles, entrega que debía realizar en un plazo estricto.
- Un mandato de inspección reforzado: acceso inmediato, sin trabas, a cualquier instalación del país; facultad para entrevistar a personas sin supervisión estatal; posibilidad de inspecciones sorpresa.
- Advertencia de «consecuencias serias» ante incumplimientos —vaguedad que permitiría a quienes quisieran justificar una acción militar hacerlo sin nueva resolución.
Desde su adopción, EEUU y Reino Unido interpretaron que la resolución bastaba para autorizar una intervención si consideraban que Irak incumplía. Pero potencias como Francia, Rusia o China sostuvieron que no se había concedido una autorización automática para el uso de la fuerza, y que una decisión militar requeriría un nuevo mandato del Consejo.
🧨 El legado de una resolución ambigua
La 1441 quedó como símbolo de dos dilemas estructurales del sistema internacional:
- Ambigüedad normativa: una resolución que podía leerse como puerta abierta a la guerra, sin que el lenguaje lo dijera explícitamente. Esa ambigüedad facilitó la acción unilateral sin respaldo multilateral posterior.
- Fracaso de la diplomacia preventiva: a pesar del mandato de desarme y las inspecciones, el régimen iraquí mantuvo suficiente opacidad para generar dudas y justificar la guerra.
Irak tras 2003 se fragmentó, el Estado colapsó parcialmente, la violencia sectaria y la insurgencia se extendieron, y Naciones Unidas quedó relegada a tareas humanitarias y políticas: su autoridad efectiva había quedado reducida.📉 El desenlace
A pesar del régimen de inspección —más de 900 inspecciones en cerca de 500 sitios entre noviembre de 2002 y marzo de 2003, realizadas por inspectores de UNMOVIC y la IAEA— nunca se hallaron pruebas concluyentes de armamento de destrucción masiva.
La declaración iraquí entregada en diciembre de 2002 fue calificada por algunos Estados como insuficiente o falsamente incompleta. Frente a ello, la interpretación divergente de la 1441 y la determinación de algunos países condujeron a la invasión de marzo de 2003.
7. Resolución 1483 (2003)
Aprobada tras la invasión liderada por Estados Unidos, legalizó parcialmente la nueva realidad en el terreno: levantó casi todas las sanciones, puso fin al Programa Petróleo por Alimentos y reconoció a la Autoridad Provisional de la Coalición. → Resolución 1483 del Consejo de Seguridad (2003)
8. Resolución 2107 (2013)
Marcó una normalización parcial de las relaciones entre Irak y Kuwait, reconociendo avances en las obligaciones pendientes. → Resolución 2107 del Consejo de Seguridad (2013)
3.4. Tras la caída de Bagdad: el papel menguante de la ONU
Después de la invasión de 2003, Naciones Unidas quedó confinada a labores humanitarias, electorales y de asesoría en reconstrucción estatal mediante UNAMI. Carecía, sin embargo, de la capacidad y del mandato para detener:
- el estallido insurgente de 2004,
- la guerra sectaria de 2006-2007,
- la disgregación territorial del país,
- y el ascenso del Estado Islámico una década después.
Irak se convirtió así en un Estado quebrado, con instituciones debilitadas, una sociedad profundamente fragmentada y una soberanía condicionada por actores internos y externos.
La historia de estas resoluciones revela una paradoja: la ONU fue esencial para justificar, moderar o administrar fases clave del conflicto, pero nunca tuvo el control político, militar ni operativo. Su papel quedó definido por los límites que los miembros permanentes —especialmente Estados Unidos— le impusieron.
3.5 Conclusión: las lecciones estratégicas de un fracaso anunciado
El caso de Irak muestra de manera explícita los efectos de la intervención sin consenso internacional, el abuso de la fuerza, el colapso institucional y la incapacidad de la ONU para contener una crisis cuando las grandes potencias actúan al margen de ella.
Tres lecciones clave se desprenden del desastre iraquí:
- La destrucción del Estado siempre genera un vacío que será ocupado por actores radicales. Cada vez que un régimen es derribado sin un plan de transición sólido, el resultado no es la democracia, sino el caos. Irak, Libia y Afganistán lo confirman.
- La legalidad internacional no puede sostenerse si los actores más poderosos actúan fuera de ella. Cuando el Consejo de Seguridad pierde capacidad de decisión, los conflictos se vuelven más violentos y las soluciones más lejanas.
- Las señales de colapso son visibles mucho antes de que estalle la crisis:
- erosión de la legitimidad interna,
- fracturas sectarias o territoriales,
- deterioro económico extremo,
- intervención creciente de potencias externas,
- y desplazamiento del conflicto hacia actores no estatales.
Entender Irak no es solo un ejercicio histórico: es una advertencia. Hoy, cualquier Estado sometido a sanciones prolongadas, polarización interna, erosión institucional o aislamiento internacional debe observar el caso iraquí como un farol de peligro. La historia demuestra que la prevención —negociada, multilateral y respaldada por instituciones internacionales fuertes— es la única vía real para evitar que un país entre en la espiral del colapso.
Sin un sistema multilateral respetado, la comunidad internacional seguirá reaccionando tarde, improvisando y reconstruyendo escombros en lugar de evitar la destrucción. Varios juristas internacionales y diplomáticos han coincidido en que la Resolución 1441 fue ambigua por diseño o por descuido, generando interpretaciones contradictorias que facilitaron la intervención militar. El consenso de expertos indica que la 1441 no fue suficiente para justificar jurídicamente la guerra, y que su ambigüedad facilitó la interpretación unilateral de EE.UU. y Reino Unido. Este caso subraya la importancia de claridad en el lenguaje de las resoluciones internacionales, la necesidad de consenso multilateral y los riesgos de que las interpretaciones divergentes deriven en conflictos armados de gran escala.
3.6. Advertencia para Venezuela
La historia reciente demuestra que una intervención militar sin consenso internacional sólido genera riesgos que van mucho más allá de la acción inmediata. La experiencia de Irak evidencia que la legitimidad internacional es un factor crítico: su ausencia no solo socava la percepción de legalidad ante la comunidad global, sino que también complica enormemente la gobernabilidad posterior. Estados intervenidos sin respaldo multilateral tienden a enfrentar insurgencias prolongadas, fragmentación política, colapso institucional y crisis humanitarias profundas.
En el caso venezolano, cualquier operación militar unilateral podría generar consecuencias similares, incluso si los objetivos iniciales se cumplen. La falta de reconocimiento internacional dificultaría la reconstrucción institucional, la recuperación económica y la estabilidad política, y podría derivar en un estado fallido de facto, independientemente del desenlace del conflicto.
El experto en derecho internacional Ricardo Méndez Silva subraya que la legitimidad internacional no es un lujo diplomático, sino un requisito esencial para garantizar un orden posterior al conflicto, y que la ausencia de consenso puede condenar a un país a décadas de inestabilidad. [→ Curso de Derecho Internacional – Ricardo Méndez Silva, OEA →]
4. Somalia y Afganistán: anatomía del colapso prolongado
4.1. Somalia: donde el Estado cayó y nunca terminó de levantarse
Desde 1991, Somalia es un laboratorio trágico del fracaso institucional. Las misiones de la ONU no lograron reconstruir un Estado funcional: sin legitimidad interna, la ingeniería internacional se vuelve arena entre los dedos.
4.2. Afganistán: veinte años y un regreso al punto de partida
La caída del gobierno afgano en 2021, pese a dos décadas de apoyo internacional, revela lo mismo: las instituciones impuestas no sobreviven cuando carecen de raíces profundas.
4.3. Lección transversal para el caso venezolano
El mundo puede proyectar poder, pero no construir nación desde fuera. Esa es una tarea interna o no es.
5. La ONU y Venezuela: una presencia que observa, pero no interviene
5.1. Lo que ha hecho la ONU
Hasta hoy, la ONU ha limitado su participación a:
- informes de derechos humanos,
- misiones técnicas,
- ayudas humanitarias,
- y apoyo a negociaciones internacionales.
No existe ninguna resolución que autorice medidas coercitivas.
5.2. Por qué la ONU no actúa como en Libia o Irak
Tres razones predominan:
- Veto geopolítico: Rusia y China han bloqueado cualquier resolución que apunte a sanciones o medidas intrusivas.
- El trauma libio: varios países creen que la resolución 1973 fue “mal interpretada” y usada para un “cambio de régimen”.
- Preferencia por salidas negociadas en América Latina.
5.3. Venezuela en perspectiva comparada
| País | ¿Mandato ONU? | ¿Intervención? | ¿Resultado? |
|---|---|---|---|
| Libia | Sí | OTAN | Colapso estatal |
| Irak | No | Invasión | Insurgencia y caos |
| Somalia | Sí parcial | Multimisiones | Fragmentación crónica |
| Afganistán | Sí | Fuerzas internacionales | Estado no sostenible |
| Venezuela | No | Presión diplomática | Estancamiento institucional |
6. Las salidas de Maduro: el dilema entre la retirada, el atrincheramiento o la transición
(Este apartado analiza escenarios mencionados en fuentes públicas y debates políticos, sin atribuir acciones ni intenciones no verificadas.)
Desde hace años circulan en la esfera internacional y diplomática tres posibles “salidas” para Nicolás Maduro. Ninguna es oficial; todas forman parte del análisis político:
6.1. La salida “supuestamente honrosa”: rendición sin resistencia ni batalla, negociación de garantías y transición pactada
Implica:
- un acuerdo que preserve su seguridad personal,
- posibles garantías judiciales condicionadas a reformas políticas,
- reconocimiento internacional del proceso de transición.
Esta opción es vista por algunos sectores del chavismo pragmático como una forma de preservar parte del legado evitando un colapso total del Estado.
6.2. La salida “dura” de la coherencia: atrincheramiento y resistencia prolongada e indefinida
Describen esta opción los informes de Reuters:“How could Venezuela’s military respond to a US attack?”.
Consiste en:
- sostener el poder mediante control territorial,
- movilización cívico-militar,
- y prolongación del conflicto político.
Para parte de la oposición y organismos internacionales, este camino podría profundizar el daño económico y social, prolongando la crisis humanitaria.
6.3. La salida “deshonrosa” de la cobardía ruinosa, pero lucrativa: abandono del país sin transición ni negociación interna
En este escenario, el liderazgo abandona el poder sin gestionar una transición institucional.
Algunos analistas consideran que esta opción:
- desarticula estructuras del Estado,
- puede precipitar luchas internas,
- y podría interpretarse como traición al propio legado chavista, cuyo discurso se basa en la soberanía, la resistencia y la continuidad del proyecto nacional.
6.4. ¿Traición a su país o al chavismo?
La palabra traición es interpretativa y depende de cada actor político. Pero politólogos y analistas coinciden en que:
- una retirada que deje al país sin instituciones funcionales podría considerarse irresponsable o incluso desleal hacia la ciudadanía;
- una resistencia que conduzca a mayor sufrimiento, también;
- una transición negociada, por el contrario, podría verse como una forma de proteger al país y al propio movimiento político a largo plazo.
Lo que está en juego no es solo la figura de Maduro, sino la supervivencia del Estado venezolano como proyecto colectivo.
7. Conclusión: la lección que debemos aprender y las señales luminosas que debemos vigilar
Sin repetir ideas anteriores, la principal enseñanza que deja el estudio comparado de Libia, Irak, Somalia y Afganistán es esta:
❖ La fragilidad del Estado es siempre más peligrosa que la fragilidad del gobernante.
Cuando el Estado se quiebra:
- las instituciones dejan de proteger,
- la violencia se privatiza,
- y el vacío es llenado por actores no estatales, mafias, o potencias extranjeras.
7.1. ¿Cómo aplicar esta lección hoy en Venezuela?
Significa que cualquier salida —negociada o no— debe centrarse en preservar la arquitectura institucional mínima, incluso si el liderazgo actual cambia.
Los acuerdos deben enfocarse en:
- continuidad administrativa,
- garantías de seguridad para la población,
- protección de infraestructura,
- y mecanismos que eviten rupturas abruptas.
7.2. Señales a vigilar como faros en la tormenta
Estos indicios pueden anticipar escenarios inminentes:
- Movimientos militares anómalos (pero sin caer en alarmismo): cambios de mando, sustituciones abruptas, reacomodos territoriales.
- Escalada en la retórica internacional, especialmente desde Washington o socios regionales.
- Intentos de negociación súbitos y discretos, que suelen indicar aceleración de escenarios de transición.
- Fracturas visibles dentro del chavismo, especialmente entre corrientes militares, tecnócratas y grupos ideológicos.
- Aumento del flujo diplomático hacia Caracas, tanto público como reservado.
- Movilización acelerada de actores no estatales, como colectivos o grupos armados, lo cual puede señalar escenarios de anarquización.
7.3. ¿Cómo adelantarse?
- Consolidando mecanismos regionales de mediación temprana, antes de que un vacío haga imposible la negociación.
- Reforzando la observación internacional para garantizar procesos electorales creíbles.
- Priorizando acuerdos de Estado, no acuerdos de facciones.
- Actuando antes de que la estructura institucional sea irreversible, porque después solo queda administrar ruinas.
| Nº | Estado / Nación afectado | Medio / Organización | Fuente / Título visible | Enlace |
|---|---|---|---|---|
| 1 | Venezuela | Reuters | Venezuelan military preparing guerrilla response in case of US attack | Venezuelan military preparing guerrilla response in case of US attack |
| 2 | Venezuela | ACNUDH | Situación de los derechos humanos en Venezuela | Situación de los derechos humanos en Venezuela |
| 3 | Irak | ONU | Resolución 1973 (2011) del Consejo de Seguridad | S/RES/1973 (2011) |
| 4 | Libia | ACNUDH | / Consejo de Derechos Humanos – Libya Country Profile | Human Rights Council – Libya |
| 5 | Irak | INSTITUTO CUBANO DEL LIBRO | Itinerario de un fracaso. EE.UU. y su política hacia Irak (1980-2020) | Itinerario de un fracaso. EE.UU. y su política hacia Irak (1980-2020) |
| 6 | Irak | ONU | El papel de Naciones Unidas en la guerra de Irak | El papel de Naciones Unidas en la guerra de Irak |
| 7 | Irak | Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas | Resolución 986 | Resolución 986 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas |
| 8 | Irak | Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas | SECURITY COUNCIL HOLDS IRAQ IN ‘MATERIAL BREACH’ OF DISARMAMENT OBLIGATIONS, OFFERS FINAL CHANCE TO COMPLY, UNANIMOUSLY ADOPTING RESOLUTION 1441 (2002) | SECURITY COUNCIL HOLDS IRAQ IN ‘MATERIAL BREACH’ OF DISARMAMENT OBLIGATIONS, OFFERS FINAL CHANCE TO COMPLY, UNANIMOUSLY ADOPTING RESOLUTION 1441 (2002) |
| 9 | Irak | Arms Control Association | Disarming Saddam-A Chronology of Iraq and UN Weapons Inspections From 2002-2003 | Disarming Saddam-A Chronology of Iraq and UN Weapons Inspections From 2002-2003 |
| 10 | Irak | EL PAÍS | EE UU aprecia «violación patente» de la resolución 1441 en el informe de armamento de Irak | EE UU aprecia «violación patente» de la resolución 1441 en el informe de armamento de Irak |
| 11 | Irak | Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas | Resolución 1483 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas | Resolución 1483 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas |
| 12 | Irak | Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas | Resolución 2107 del CSNU, sobre la situción entre Irak y Kuwait | Resolución 2107 del CSNU, sobre la situción entre Irak y Kuwait |
| 13 | Irak | ONU | UNAMI (United Nations Assistance Mission for Iraq) | UNAMI – United Nations Assistance Mission for Iraq |
| 14 | Afganistán / Irak | OEA | Curso de Derecho Internacional – Ricardo Méndez Silva, OEA | Curso de Derecho Internacional – Ricardo Méndez Silva, OEA |
| 15 | Somalia | ONU | Somalia Country Profile | Naciones Unidas – Perfil de Somalia – |
| 16 | Afganistán | ONU | UNAMA (United Nations Assistance Mission in Afghanistan) | UNAMA – United Nations Assistance Mission in Afghanistan |
| 17 | Venezuela | Reuters | “How could Venezuela’s military respond to a US attack?” | How could Venezuela’s military respond to a US attack? |
| 18 | Venezuela | Al Jazeera | Is Venezuela prepared for a US attack as Washington ramps up forces?” | Is Venezuela prepared for a US attack as Washington ramps up forces? |
| 19 | Venezuela | TIME | “How Venezuela is Preparing for the Possibility of a U.S. Attack” | How Venezuela is Preparing for the Possibility of a U.S. Attack |
| 20 | Venezuela | ONU | Situación humanitaria en Venezuela | Situación humanitaria en Venezuela – UN |
| 21 | Venezuela | ONU | ONU ofrece mediación entre EE.UU. y Venezuela ante escalada de tensión | ONU ofrece mediación entre EE.UU. y Venezuela ante escalada de tensión |




































