
La noche del sábado 15 de noviembre, volvió a situar a Medinaceli en el epicentro de la polémica por el Toro Jubilo, un festejo que combina tradición, fuego y tortura animal. Mientras el toro intentaba huir espantado con sus astas convertidas en antorchas, el equipo de investigaciones encubiertas de AnimaNaturalis y CAS International documentaba cada instante de su sufrimiento. Las imágenes obtenidas serán utilizadas como prueba en la continuidad de la batalla legal contra este espectáculo.
Una celebración marcada por la excepción sanitaria y la tensión social
La Junta de Castilla y León había ampliado la prohibición de ferias y mercados de ganado hasta el 30 de noviembre para prevenir la propagación de la Dermatitis Nodular Contagiosa. Sin embargo, el gobierno autonómico concedió una excepción expresa para el Toro Jubilo, condicionando la participación a que todos los astados procedieran de la misma ganadería, amparándose en una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL).
Ante esta decisión, las organizaciones animalistas reaccionaron de manera contundente. Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis en España, señaló que “Lo que hemos presenciado esta noche es la prueba viviente de que la crueldad se ampara bajo el paraguas de la tradición, incluso en pleno siglo XXI. Las imágenes muestran a un animal visiblemente afectado por el terror y el dolor. No son espectáculos, son torturas públicas arcaicas que vulneran cualquier principio de compasión y ética”.
Movilización social: PACMA y otros colectivos animalistas al frente de la protesta
La jornada estuvo marcada por la movilización de más de 250 personas bajo la lluvia, incluyendo miembros de PACMA y otros colectivos animalistas. La protesta se desarrolló frente al Ayuntamiento de Medinaceli, mientras la Asociación Toro Jubilo de Medinaceli reunía a sus simpatizantes en defensa del festejo. La Subdelegación del Gobierno en Soria coordinó un operativo policial “suficiente y proporcionado” para mantener separados a ambos grupos y evitar enfrentamientos.
PACMA presentó un recurso de alzada ante la Junta de Castilla y León para impedir la celebración del Toro Jubilo, alegando que la autorización carece de la preceptiva declaración de espectáculo taurino tradicional y vulnera la normativa autonómica vigente. La formación advierte que Medinaceli podría convertirse en un nuevo foco de movilización antitaurina, similar al caso del Toro de la Vega en Tordesillas.
Javier Senabria, secretario de PACMA, declaró ante los medios que están “seguros de que este será el último Toro Jubilo. La ley está de nuestro lado, y vamos a llevarlo hasta el final. Cada festejo en el que se torture a un animal tendrá nuestra respuesta.”
Batalla judicial en curso
Además del recurso de alzada, PACMA ha presentado una solicitud de recusación contra el magistrado ponente en el recurso de casación ante el Tribunal Supremo, argumentando una “enemistad manifiesta” hacia el movimiento por los derechos de los animales. La combinación de movilización social, documentación gráfica y acciones legales refleja un esfuerzo coordinado para abolir definitivamente este festejo.
















