Las y los conductores de los autobuses interurbanos de Murcia han vuelto a salir a la calle para exigir un transporte público digno y seguro. Coincidiendo con el Pleno municipal, decenas de trabajadores se han concentrado este jueves a las puertas del Ayuntamiento para denunciar la situación “insostenible” que arrastran desde hace años debido a la falta de renovación de la flota y a la precarización del servicio.
“El estado de los vehículos es muy preocupante. Hay autobuses a punto de cumplir veinte años. No solo es una vergüenza, sino un riesgo para la seguridad de los usuarios y también para la nuestra”, ha advertido Francisco Tomás Muñoz, representante del sindicato USO, durante la concentración. “Cada día circulamos con vehículos averiados, sin aire acondicionado, con asientos rotos y con sistemas de freno que deberían haber sido sustituidos hace tiempo”, añadió.
El contrato actual lleva años prorrogándose de manera irregular, lo que, según los trabajadores, evidencia la desidia institucional tanto del Ayuntamiento de Murcia como de la Consejería de Fomento. Mientras tanto, denuncian que la empresa concesionaria sigue beneficiándose de fondos públicos sin invertir en mejoras ni en condiciones laborales dignas.
Los conductores reclaman la renovación urgente de al menos una veintena de autobuses y un refuerzo en la información al usuario. “Hay personas mayores o estudiantes que se quedan tiradas porque los horarios no se cumplen y los tiempos de las rutas son imposibles. A esto se suma que los conductores no pueden ni conciliar su vida familiar: los turnos son inhumanos”, explican.
Sobre la posibilidad de una huelga, desde USO reconocen que “no se descarta”, aunque confían en que el nuevo contrato se licite cuanto antes para no perjudicar a la ciudadanía. “No queremos llegar a la huelga, pero si no hay voluntad política, lo haremos. Ya está bien de mirar hacia otro lado”, sentencian.
Esta protesta se suma a la celebrada hace apenas dos días frente a la Consejería de Fomento e Infraestructuras, en la plaza de Santoña. Desde el departamento regional aseguran que “el proceso de licitación está en su fase final”, pero el personal del transporte público exige hechos y no promesas vacías. “Llevamos años escuchando lo mismo mientras los autobuses siguen igual y nosotros cada vez peor”, responden.
Las y los trabajadores recuerdan que lo que está en juego no es solo su empleo, sino el derecho de miles de personas a un transporte público seguro, accesible y de calidad. “El abandono del transporte interurbano forma parte de un modelo que favorece al coche privado y a las concesionarias. Nosotros defendemos un transporte público digno, porque es un derecho social, no un negocio”, concluyen.
