
La huelga en el centro logístico de Amazon RMU1 en Murcia continúa desde hoy, miércoles 17 de diciembre, y se extenderá durante los días 18 y 19, en una nueva fase decisiva de un conflicto laboral que no deja de crecer. Tres jornadas de paro que evidencian que la plantilla no se rinde y que, cuando la clase trabajadora se organiza, el funcionamiento normal de la multinacional se resiente.
La reanudación de la huelga se produce en un contexto marcado por graves vulneraciones del derecho a huelga y de la libertad sindical. El Comité de Huelga ha constatado y documentado que Amazon está formando a personas recién contratadas en puestos clave que coinciden con aquellos desde los que la plantilla ejerce su derecho al paro. No se trata de una reorganización coyuntural, sino de una sustitución encubierta de huelguistas, una práctica expresamente prohibida por la legislación laboral y que será puesta en conocimiento de las autoridades laborales competentes. El Comité dispone de pruebas documentales y testimonios directos que incluyen número de personas formadas, fechas, lugares y responsables que han dado las órdenes.
A estas maniobras se suma una estrategia sistemática de presión individual e intimidación. Mandos intermedios recorren los puestos de trabajo lanzando mensajes destinados a desmovilizar a la plantilla, afirmando que “la huelga no sirve”, que “se va a perder dinero” o que “no hay que animar a otros compañeros y compañeras a secundarla”. Lejos de ser hechos aislados, estas actuaciones buscan infundir miedo, dividir a la plantilla y vaciar de contenido un derecho fundamental conquistado con décadas de lucha obrera.
Este conflicto ha tenido también su reflejo en el ámbito institucional. El martes 16 de diciembre se celebró una nueva reunión con la empresa en la OMAL, donde el Comité de Huelga trasladó formalmente las denuncias por prácticas antisindicales e intentó avanzar hacia algún tipo de acuerdo. Sin embargo, la plantilla afronta este proceso con escepticismo: Amazon ha demostrado reiteradamente que el diálogo no es su prioridad y que solo se aviene a negociar cuando la producción se detiene y la presión colectiva se hace efectiva.
Pese a los intentos de la empresa por apagar el conflicto mediante hechos consumados, la realidad es otra. La huelga mantiene un seguimiento masivo, está destapando las contradicciones internas del modelo laboral de Amazon y ha logrado situar el conflicto en el centro del debate público y político. La respuesta empresarial —más control, más presión y más vulneraciones— no es una muestra de fortaleza, sino de nerviosismo ante una plantilla que ha decidido no agachar la cabeza.
Desde el Comité de Huelga reiteran que no habrá retrocesos. La movilización continuará mientras no se respeten los derechos laborales y sindicales básicos y mientras se pretenda normalizar la vulneración del derecho a huelga en Amazon RMU1. El llamamiento se dirige también a los medios de comunicación, a las organizaciones sociales y a las instituciones públicas para que observen con atención lo que está ocurriendo dentro de este centro logístico, porque lo que está en juego no es solo un conflicto concreto, sino el respeto efectivo a los derechos laborales frente al poder de una multinacional.
La plantilla ha perdido el miedo.
Y cuando la clase trabajadora pierde el miedo, ninguna campaña de presión logra frenarla.
La huelga continúa: 17, 18 y 19 de diciembre.














