Unidad contra el exterminio del pueblo palestino: Murcia se blinda de solidaridad con la Resistencia antiimperialista y honra la «imprescindible» trinchera militante de Paca Labaña

La jornada de convivencia hispano-árabe organizada por el Colectivo Palestina Libre desbordó este sábado solidaridad internacionalista, memoria histórica y denuncia contra el genocidio nazisionista.

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Hay actos que son meros trámites y hay encuentros que recargan la moral de la tropa. Lo vivido este sábado 29 de noviembre en la pedanía murciana de Zarandona pertenece a la segunda categoría. Bajo la organización del Colectivo Palestina Libre, la sociedad civil murciana convirtió una jornada de convivencia en una trinchera de amor y resistencia, uniendo la denuncia del exterminio en los territorios ocupados de Palestina con el reconocimiento a quien lleva décadas sosteniendo la bandera del antiimperialismo en nuestra tierra: Paca Labaña.

El evento, que sirvió para aglutinar a diversas sensibilidades de la izquierda transformadora, no fue solo un acto político, sino un ejercicio de memoria viva.

Unidad frente a la barbarie

Entre las intervenciones del bloque político, se dejó clara la postura de la Región frente a la ocupación. José Luis Álvarez-Castellanos, diputado de Izquierda Unida, trajo a colación a Bertolt Brecht para definir a la homenajeada no como una luchadora de un día, sino como una de las «imprescindibles». Evocando a Machado, recordó que gobernar y luchar con ética es la única brújula posible en tiempos oscuros.

Por su parte, la diputada de Podemos, María Marín, cargó contra la hipocresía institucional y el auge del fascismo, agradeciendo a Paca su negativa a mirar hacia otro lado ante el genocidio palestino: «La justicia no entiende de edades y la esperanza es un acto de resistencia cotidiana».

El «pegamento» que une a las distintas luchas, como la definió Alfonso Lucas Muñoz, secretario general del PCRM, fue el hilo conductor de la jornada. Lucas destacó el papel de Labaña como esa «aguja» necesaria para tejer el esqueleto de un movimiento social que, hoy más que nunca, necesita referentes de compromiso internacionalista y de clase.

Cultura, memoria y futuro

La jornada tuvo momentos de profunda emoción. Desde los testimonios de antiguas compañeras de las escuelas de Villalba en Cartagena —recordando los años de lucha contra la pobreza y los piojos en los 70— hasta la música andina de la comunidad boliviana y las coplas escritas ad hoc para la ocasión.

Pero el golpe de realidad lo dieron las infancias. Niños y niñas palestinas refugiadas, acogidas en la Región de Murcia gracias a la Asociación ACCEM, tomaron el micrófono no para pedir caridad, sino justicia. «No es una guerra, es un genocidio», recordaron, poniendo voz a las más de 67.000 asesinados y a los que mueren de hambre bajo el régimen de apartheid.

«Del río al mar»

El cierre lo puso la propia Paca Labaña, quien, lejos de la autocomplacencia, dedicó el homenaje al fallecido compañero Cristóbal Crespo y lanzó un mensaje claro, sin medias tintas: apoyo total a los prisioneros y a la Resistencia Palestina. «Tener suerte es poder darle sentido a la vida más allá de lo personal», sentenció, antes de cerrar con el grito que el sionismo intenta criminalizar y que Murcia coreó al unísono: ¡Palestina libre, del río al mar!

Este vídeo documental recoge la esencia de una jornada donde Murcia demostró que, frente al imperialismo, la ternura entre los pueblos es la mejor arma.

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