La Respuesta Alauita ante la revuelta: agitar la espuela del escarmiento y vaciar la escuela del sometimiento.

Marruecos castiga la desobediencia de una juventud que se rebela contra la lección de la sumisión, enfrentada a la ecuación de la precariedad con una única doble salida: la marginación o la migración.

0
10
Google search engine

1. La noticia vista desde el prima de la libertad de expresión

Cuatro meses de prisión para un joven que llevaba una camiseta con una soflama tan contestaria e incendiaria como “La salud y la educación primero”. Y, también,  para otro activista juvenil, que llevaba una camiseta con un lema tan revolucionario y subversivo  como “Palestina libre”. La condena experimenta una rebaja sustancial para un trabajador de la imprenta que tan sólo padecerá la privación de libertad durante un mes de prisión.

2. Introducción

El Gen Z 212 ha llevado al Reino de Marruecos a un despertar social sin precedentes, impulsado por su juventud. Desde finales de septiembre de 2025, este movimiento ha transformado el descontento digital en una protesta tangible contra la corrupción endémica, la desigualdad social y la falta de oportunidades [1] [2]. Las demandas se han cristalizado en un lema contundente: Salud y Educación Primero, una crítica directa a las prioridades gubernamentales que, según los jóvenes, han descuidado los pilares del bienestar social.

El movimiento ha movilizado a miles de jóvenes que exigen una reforma estructural en dos sectores clave: la sanidad y la educación [3]. A menudo percibida como apolítica, la Generación Z marroquí ha demostrado una capacidad de organización y una determinación que ha puesto en jaque al statu quo político, llegando incluso a reclamar la dimisión del gobierno del primer ministro Aziz Akhannouch.


“El descontento de la generación Z derriba tres gobiernos y amenaza la estabilidad del régimen alauita, atrincherado en Rabat.”[2]


3. El Caso de las Camisetas: La Represión contra la Expresión

La tensión entre el movimiento y las autoridades se ha intensificado con una serie de arrestos y sentencias que han resonado internacionalmente. Uno de los casos más simbólicos es la condena a prisión de dos jóvenes manifestantes y un trabajador de una imprenta en Rabat por llevar y producir camisetas con los lemas del movimiento. [4]

El 6 de octubre de 2025, dos jóvenes fueron detenidos durante una manifestación de Gen Z 212. Sus camisetas no solo portaban el grito social “Salud y Educación Primero”, sino también un mensaje de solidaridad internacional: “Palestina Libre” [4]. El Tribunal de Primera Instancia de Rabat dictó sentencias que envían una señal clara sobre los límites de la protesta en el país.

Este acto judicial ha sido interpretado por activistas y observadores como un intento de sofocar la protesta juvenil y desincentivar la expresión de demandas sociales y políticas a través de medios creativos y visibles [4]. La severidad de las penas por lo que esencialmente es un acto de expresión pacífica subraya la delicada situación de los derechos civiles en el contexto de las crecientes manifestaciones.

4. La Respuesta del Estado: Entre la Reforma y la Represión

Ante la presión creciente, la respuesta del Estado marroquí ha sido dual. Por un lado, el rey Mohammed VI ha reconocido públicamente la necesidad de acelerar reformas sociales, enfocándose en la creación de empleo juvenil y la promoción de los sectores de la educación y la salud [5]. El gobierno anunció un aumento significativo del gasto social en un aparente intento de calmar las aguas [6].

Sin embargo, la coexistencia de promesas de reforma con acciones de represión judicial respecto a los manifestantes genera un clima de incertidumbre y desconfianza. El movimiento Gen Z 212, que se organiza fundamentalmente a través de plataformas digitales, ha prometido resistir hasta ver cumplidas sus demandas, afirmando que “ya no tienen miedo”. [7]


El caso de los jóvenes condenados por sus camisetas se ha convertido así en un símbolo de la lucha generacional: una generación dispuesta a arriesgar su libertad para cambiar las prioridades nacionales, exigiendo que los recursos se destinen a la salud y la educación en lugar de a proyectos de prestigio.



ANEXO I: Contexto

5. La paradoja del balón: fútbol como válvula de escape y detonante          de la ira juvenil

Que la pasión del pueblo marroquí por el fútbol sea intensa es un hecho culturalmente incontrovertible; lo paradójico es que esa misma pasión, transformada en proyectos y grandes inversiones públicas en estadios y megaeventos faraónicos , haya acabado por fungir como la única expectativa de futuro tangible para una buena parte de la juventud, mientras las vías estructurales de movilidad social (empleo digno, educación de calidad, sanidad accesible) permanecen frágiles o mal financiadas. Esa coincidencia alimenta la frustración: cuando los jóvenes ven que se dedican miles de millones de dirhams a infraestructuras deportivas pensadas para el prestigio internacional —estadios, candidaturas y complejos de alto coste—, mientras su generación encabeza tasas elevadas de paro juvenil y precariedad, la reacción no es sólo indignación cultural sino política y social. (Morocco’s Sports Economy: From Passion to Profit)

Las cifras que sostienen esta tensión son elocuentes: Marruecos arrastra niveles de desempleo juvenil y precariedad laboral notablemente altos, con tasas que han oscilado por encima del 20% en los últimos años en las estimaciones anuales (y valores trimestrales más altos según mediciones recientes), lo que explica por qué la promesa de “ser profesional del balón” o de aprovechar la industria deportiva acaba representando un atajo ilusorio para muchos. Mientras tanto, el gasto público en educación y salud, si bien ha mejorado en términos relativos en algunos años, compite por presupuesto con grandes proyectos de infraestructura y eventos, y las necesidades sociales siguen siendo profundas en zonas rurales y entre la juventud urbana. (Youth Unemployment Rate for Morocco (SLUEM1524ZSMAR))

De aquí nace la paradoja política: la inversión en el fútbol —visible, espectacular y simbólica— funciona como un termómetro del desajuste de prioridades. Para una generación que demanda “Salud y Educación Primero”, ver partidas multimillonarias destinadas a estadios y megaconstrucciones equivale a la constatación de que no hay voluntad política real de construir un futuro material para la mayoría. Esa percepción explica en buena medida por qué la movilización de Gen Z 212 no se limita a reclamar mejores servicios, sino que alcanza la rabia colectiva contra lo que se percibe como despilfarro y mala distribución del gasto público. (Morocco’s Sports Economy: From Passion to Profit)

Invertir de forma decidida en sanidad, educación y creación de empleo tendría efectos inmediatos y estructurales sobre la precariedad: mejor cobertura sanitaria reduce la vulnerabilidad económica ante enfermedades; mayor financiación educativa y formación técnica incrementa la empleabilidad juvenil; políticas activas de empleo y apoyo a la pequeña empresa formalizan el mercado laboral y combaten la economía informal. Los organismos multilaterales y análisis técnicos muestran que reasignar recursos hacia gasto social y programas de inclusión produce retornos en capital humano y estabilidad social —elementos necesarios para que la pasión por el deporte deje de ser la única “salida” percibida y pase a ser, también, una industria sostenible que conviva con un Estado del bienestar más robusto. Morocco Poverty and Equity Brief : October 2025 (Inglês)

En síntesis: la explosión de rebeldía juvenil ante el derroche percibido es lógica y política. No se trata de negar la cultura deportiva —ni de minimizar los beneficios económicos de una industria deportiva saludable—, sino de subrayar que la legitimidad social del gasto público depende de priorizar el futuro colectivo. Cuando las prioridades se inclinan hacia lo espectacular en lugar de lo esencial, la juventud organizada interpreta (con razón) que el contrato social se ha roto, y responde con desobediencia y movilización.


  • 🧾Fuentes (enlaces fiables y verificables)

1. Datos macro y pobreza / pobreza multidimensional

2. Empleo juvenil / tasas de paro

3. Gasto en educación y salud

4. Inversión en infraestructuras deportivas / estadios

5. Contexto político y reacción estatal


ANEXO II: Ampliación de Información


6. Precedentes Históricos y Análisis por Etapas Cronológicas

6.1 Era colonial y primeras movilizaciones (hasta la independencia)

Durante el periodo colonial, Marruecos experimentó movilizaciones de carácter nacionalista, pero no se estructuraron aún como protestas centradas en la juventud o en educación y sanidad como ejes principales.

6.2 Transición y reforma (décadas de 1960-1990)

La transición al reinado de Mohammed VI y las primeras reformas introdujeron mejoras formales en educación y salud, aunque el descontento social persistió en zonas rurales y entre jóvenes.

6.3 Movilización social reciente (1990-2020)

Los años 1990 y 2000 estuvieron marcados por protestas de graduados desempleados y docentes contratados, que reclamaban integración laboral y reconocimiento profesional. Ejemplo: el movimiento estudiantil “Stethoscope Revolution” de 2015. Estos movimientos sentaron las bases de una juventud consciente de su marginalidad estructural.                                    (https://en.wikipedia.org/wiki/Stethoscope_Revolution)

6.4 La actual generación Z y la rebelión de 2025

Desde septiembre de 2025, la movilización de Gen Z 212 representa una ruptura generacional: jóvenes organizados digitalmente, con demandas de salud, educación y dignidad, enfrentándose al aparato estatal. Las informaciones apuntan a que miles han sido procesados, arrestados o incluso muertos en enfrentamientos. (https://www.lemonde.fr/en/international/article/2025/10/29/morocco-seeks-prosecution-of-over-2-400-protesters-after-genz-demonstrations_6746877_4.html)

7. Medios Marroquíes vs. Redes Sociales: Tratamiento del Fenómeno

Los medios marroquíes tradicionales han adoptado una postura cautelosa: cobertura vetada, enfoque en los disturbios más que en las causas e intento de evitar dar visibilidad al liderazgo juvenil. En contraste, las redes sociales —Discord, TikTok, Instagram— han sido la plataforma clave de organización, difusión y solidaridad internacional    (https://arab-reform.net/publication/gen-z-212-earthquake-youth-shaking-moroccos-politics/)

La diferencia de tratamiento resulta clara: mientras los medios locales tienden al silencio o a la estigmatización, las plataformas digitales permiten voz a una generación que busca visibilidad, justicia y cambio.

8. Repercusión Internacional y ¿Por qué el Bloqueo Mediático?

Globalmente, la revuelta de Gen Z 212 ha atraído atención como un posible “nuevo ciclo de movilización juvenil” en el Magreb. No obstante, se observa un bloqueo mediático intencional: miedo al contagio de protesta, a la pérdida de control estatal y al impacto simbólico en otros países de la región. Organizaciones como Human Rights Watch señalan detenciones arbitrarias y represión sistemática: (https://www.hrw.org/news/2025/10/15/morocco-protests-met-with-repression-violence)

La explicación: un Estado que teme que la visibilidad de la rebelión derive en presión internacional, sanciones o desgaste reputacional.

9. Futuro de las Movilizaciones

9.1 Dentro de Marruecos

El futuro es incierto. Por un camino, existe una esperanza de transformación real: si las reformas responden estructuralmente —mejor educación, salud, legítima participación juvenil— podría hablarse de un cambio de ciclo. Por otro, las señaladas medidas podrían ser solo reformas tibias o aparentes para calmar ánimos, mientras la represión se endurece y las protestas se penalizan más.

9.2 Influencia desde el entorno más cercano al más lejano

Las protestas de Gen Z 212 han sido alimentadas por la tecnología, la globalización y una juventud conectada. Su influencia local podría expandirse a toda la región del Magreb y el Sahel, generando un efecto de contagio generacional en países donde la educación y la sanidad también se han descuidado.

En definitiva, el reto será si Marruecos está dispuesto a transformar su contrato social o seguirá optando por represión híbrida, donde la apariencia de reforma sustituye el cambio genuino.

10. Conclusión: La Voz de una Generación Silenciada

El caso de las camisetas ha trascendido su dimensión legal para convertirse en un emblema del choque entre el poder y la palabra. En un país donde la censura todavía pesa sobre el debate público, los jóvenes del movimiento Gen Z 212 han demostrado que la libertad de expresión no se limita a los discursos o a los medios tradicionales, sino que puede manifestarse en los gestos cotidianos, en una prenda o en un eslogan.

El Estado marroquí se enfrenta hoy a una paradoja: mientras proclama su compromiso con la modernización y el desarrollo social, restringe los canales más básicos de participación ciudadana. Cada sentencia, cada detención por expresar una idea pacífica, erosiona la confianza entre la juventud y las instituciones.

Pero si algo ha dejado claro este movimiento, es que la libertad no se apaga con el miedo. La represión puede encarcelar cuerpos, pero no ideas. En cada camiseta confiscada y en cada consigna prohibida persiste el recordatorio de que la salud, la educación y la dignidad son derechos, no delitos.

La lucha de la Generación Z marroquí, nacida en el cruce entre lo digital y lo político, marca un punto de inflexión: la defensa del derecho a decir, a soñar y a construir un país más justo.



 

Google search engine