Muerte de Raila Odinga: entre el duelo nacional y la represión policial en Kenia
Nairobi, 18 de octubre de 2025.
Según múltiples medios internacionales recientes, Raila Odinga falleció el 15 de octubre de 2025 en la India, y su muerte ha generado una profunda conmoción en Kenia, así como manifestaciones multitudinarias y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad durante su homenaje.
La muerte de Raila Odinga, figura histórica de la política keniata y líder del partido Orange Democratic Movement (ODM), ha sumido al país en un duelo colectivo marcado por la emoción, la admiración y la violencia. Odinga falleció el pasado miércoles 15 de octubre a los 80 años, víctima de un paro cardíaco mientras se encontraba en la India recibiendo tratamiento médico.
Desde el anuncio de su fallecimiento, miles de personas han salido a las calles de Nairobi y otras ciudades para rendir homenaje a quien fue considerado «el padre de la democracia» en Kenia. En un gesto tradicional de duelo entre su comunidad étnica, los luo, muchos portan ramas de árbol como símbolo de luto.
Sin embargo, lo que debía ser un tributo pacífico se ha visto ensombrecido por la violencia policial. Durante la recepción del cuerpo de Odinga en el estadio Kasarani de Nairobi, multitudes intentaron acceder al recinto, lo que provocó una respuesta violenta por parte de las fuerzas de seguridad. Según organismos de derechos humanos, al menos cuatro personas murieron por disparos, y decenas resultaron heridas. Aunque no se ha confirmado oficialmente el tipo de munición utilizada, testigos hablan del uso de bala real y gases lacrimógenos.
El caos también se extendió al aeropuerto internacional de Nairobi, donde seguidores irrumpieron en la pista para despedir a su líder, lo que obligó a suspender operaciones durante varias horas.
El presidente William Ruto, quien en los últimos meses había firmado un acuerdo político con Odinga para integrar a su partido en el gobierno, declaró un período oficial de luto de siete días y elogió al ex primer ministro como “un patriota de coraje inusual, un panafricanista y un unificador”.
A pesar de estos gestos oficiales, muchos keniatas expresan su indignación por la forma en que las autoridades manejaron las manifestaciones. “Incluso el día del homenaje a nuestro líder, no pudieron contenerse de disparar contra la gente”, denunció una manifestante en las afueras del estadio.
Raila Odinga, conocido cariñosamente como “Baba”, fue cinco veces candidato a la presidencia de Kenia y una figura clave en la lucha por el retorno del multipartidismo en los años 90. Aunque nunca llegó a la presidencia, su influencia en la vida política del país fue innegable.
Su cuerpo será expuesto en Kisumu, su bastión político en el oeste del país, antes de ser enterrado en su finca familiar de Bondo, este domingo, en una ceremonia íntima según sus últimos deseos.
Mientras Kenia despide a uno de sus hijos más emblemáticos, la herida de la represión policial vuelve a abrirse, recordando que el legado de Odinga no solo fue su lucha por la democracia, sino también su resistencia frente al abuso de poder.
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