Murcia, 05 de junio de 2025 — Un Grito Colectivo: «Palestina Libre»
Bajo un sol inclemente, la multitud avanzó coreando: «¡Palestina será libre, del río al mar!»y «¡Asesinos, la resistencia vencerá!». Carteles con imágenes de niños gazatíes muertos en los bombardeos y banderas palestinas ondeaban al ritmo de los cánticos por la libertad , mientras algunos participantes llevaban pancartas con imágenes de familias enteras, niños y mujeres asesinados por el ejército israelí.
a marcha terminó frente a la sede del Gobierno Regional de Murcia, donde se guardó un minuto de silencio por las víctimas de la ofensiva israelí en las últimas 24 horas en : más de 900 muertos entre ellos cientos de niños, y 7.000 heridos, según datos del comité organizador. También se recordó a los 254 periodistas 180 trabajadores de ONG y 479 sanitarios asesinados.
El manifiesto Final: «La Nakba Nunca Terminó»
El acto concluyó con la lectura de un manifiesto frente a la sede institucional:
«El 15 de mayo de 1948 no fue la ‘guerra de la independencia’ de Israel, sino el inicio de una expulsión masiva orquestada por milicias sionistas. La Nakba no es historia: hoy sigue viva en Gaza, donde se bombardean hospitales, y en Cisjordania, donde colonos armados expulsan a familias palestinas bajo la mirada del ejército», denunció una portavoz.
El texto exigió a las autoridades murcianas:
1. Cortar lazos con empresas israelíes y entidades académicas que «apoyan el apartheid».
2. Boicotear marcas como Coca-Cola, Carrefour o Puma por su «complicidad con la ocupación».
3. Presionar al gobierno español para que condene el genocidio en Gaza.
Un Final Simbólico: Quemando la bandera del Apartheid
La protesta terminó con la quema de una bandera israelí entre gritos de «¡No es guerra, es genocidio !» Mientras la policía local contenía el tráfico, los asistentes se dispersaron con una promesa: «Hasta que Palestina sea libre, no nos callaremos».
Lo Que No Se Vio
Aunque la marcha fue pacífica, algunos transeúntes mostraron indiferencia o rechazo. «No entienden que esto no es un conflicto lejano: es una lucha contra el colonialismo», lamentó un joven palestino estudiante en la UMU.
Mientras la noche caía sobre Murcia, las consignas seguían flotando en el aire, mezcladas con el humo de la bandera incinerada. Un recordatorio de que, 77 años después, la Nakba no es un recuerdo, sino una herida abierta.
