La relatora especial de la ONU para los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, ha sido sancionada por el gobierno de Estados Unidos este miércoles. Albanese lleva años documentando los crímenes de guerra cometidos por Israel contra la población palestina, especialmente desde el inicio del genocidio en Gaza en octubre de 2023, y ha exigido que se juzgue a los responsables, tanto personas como empresas.
El anuncio fue realizado por el Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, quien declaró en la red social X: “Hoy impongo sanciones a Francesca Albanese por sus esfuerzos ilegítimos y vergonzosos para promover acciones de la Corte Penal Internacional contra funcionarios, empresas y ejecutivos estadounidenses e israelíes”.
Rubio agregó que la “campaña de guerra política y económica” de Albanese contra Estados Unidos e Israel “no será tolerada”.
La verdad bajo ataque
En su más reciente informe, publicado este mes, Albanese acusa a decenas de multinacionales —incluidas las gigantes armamentísticas y tecnológicas Lockheed Martin, Leonardo, Caterpillar, HD Hyundai, Google (Alphabet), Amazon y Microsoft— de participar en el genocidio, ya sea suministrando armas y equipos al ejército israelí o facilitando herramientas de vigilancia que permiten la represión y el exterminio de la población palestina.
Asimismo, Albanese denunció esta semana que Italia, Francia y Grecia permitieron el uso de su espacio aéreo al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, pese a que sobre él pesa una orden internacional de detención emitida por la Corte Penal Internacional el 21 de noviembre de 2024 por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en Gaza.
“Los gobiernos de Italia, Francia y Grecia deben explicar por qué han dado paso seguro a Netanyahu, a quien están obligados a detener”, escribió Albanese en X.
Netanyahu realiza actualmente su tercera visita a Estados Unidos desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca.
Silenciar a quien defiende a Palestina
La sanción contra Francesca Albanese representa un nuevo intento de Estados Unidos por intimidar y castigar a quienes denuncian la ocupación, el apartheid y el genocidio sistemático que Israel ejerce sobre el pueblo palestino con total impunidad. El castigo no se impone a los criminales, sino a quienes los denuncian.
Desde su nombramiento, Albanese ha sido una de las pocas voces firmes y con respaldo institucional que ha señalado con claridad lo que ocurre en Palestina. Lejos de ceder a las presiones, ha seguido denunciando sin ambigüedades a los responsables directos e indirectos del sufrimiento palestino: gobiernos, corporaciones, ejércitos y lobbies económicos.
Las sanciones impuestas por Washington no hacen sino confirmar lo que millones en el mundo saben: que la justicia universal es peligrosa para quienes se benefician de la opresión.
Albanese es criminalizada por decir la verdad. La impunidad de Israel es garantizada por quienes sancionan a quienes luchan por la justicia internacional.
Palestina no está sola. La lucha por la verdad y los derechos humanos no será silenciada.