
Un comunicado divulgado por la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez señaló que el atraco fue cometido por efectivos militares de Estados Unidos en aguas internacionales.
Afirmó que este grave hecho de piratería “implica la flagrante comisión del delito previsto en el artículo tres del Convenio para la represión de actos ilícitos contra la seguridad de la navegación marítima de 1988, así como una grosera violación del artículo dos de la Carta de las Naciones Unidas”.
También el artículo dos de la Convención de Ginebra sobre la Alta Mar y de la Declaración relativa a los principios de derecho internacional referentes a las relaciones de amistad y a la cooperación entre los Estados, entre otras normas de Derecho Internacional aplicables, añadió la nota.
Manifestó que el modelo colonialista que pretende imponer el Gobierno de Estados Unidos con este tipo de prácticas “fracasará y será derrotado por el pueblo venezolano”.
La nación caribeña, aseguró, seguirá adelante con su crecimiento económico, cimentado en sus 14 motores y el desarrollo de su industria de hidrocarburos de manera independiente y soberana.
La República Bolivariana reafirmó que estos actos no quedarán impunes y ejercerá todas las acciones correspondientes, incluyendo la denuncia ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, otros organismos multilaterales y los gobiernos del mundo, y resaltando que el Derecho Internacional se impondrá y los responsables de estos graves hechos responderán ante la justicia y la historia por su criminal proceder.
Por su parte, el Gobierno de EEUU confirmó este sábado que interceptó un petrolero en aguas internacionales del Caribe, el cual, según medios, ondeaba una bandera panameña.
«En una operación al amanecer de hoy (ayer), 20 de diciembre, la Guardia Costera de Estados Unidos, con el apoyo del Departamento de Guerra, interceptó un petrolero que había atracado recientemente en Venezuela», dijo la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en X.














