Los bomberos forestales vuelven a movilizarse en Murcia para exigir condiciones laborales dignas

Es la segunda protesta del colectivo tras el rechazo en la Asamblea Regional a la moción que reclamaba la recuperación de la gestión pública del servicio.

El colectivo de bomberos forestales de la Región de Murcia volvió a movilizarse este viernes 19 de diciembre en una nueva jornada de protesta para denunciar la precariedad laboral que sufre el operativo de prevención y extinción de incendios forestales y reclamar mejoras urgentes en sus condiciones de trabajo.

La concentración supone la segunda movilización del colectivo desde que la Asamblea Regional votara en contra la moción presentada por IU-Verdes y Podemos, una iniciativa que recogía buena parte de las reivindicaciones de los trabajadores y planteaba la recuperación progresiva de la gestión pública del servicio.

La protesta se enmarca en un proceso de movilización continuado, iniciado meses atrás y sostenido durante el mes de septiembre con varias jornadas de concentración frente a la Consejería de Medio Ambiente. Los bomberos forestales denuncian que, pese a desempeñar un servicio esencial para la protección del medio natural y la seguridad ciudadana, lo hacen en condiciones de precariedad estructural que se arrastran desde hace más de una década.

Entre las principales denuncias del colectivo se encuentran los pluses de peligrosidad, penosidad y toxicidad, que apenas alcanzan los 28,90 euros mensuales, así como una pérdida acumulada de poder adquisitivo desde 2012, estimada en unos 2.500 euros anuales respecto al IPC. A ello se suma la ausencia de reconocimiento de antigüedad, la falta de medidas de conciliación y la inexistencia de una segunda actividad para el personal de mayor edad.

Durante la lectura del manifiesto, los portavoces del colectivo subrayaron la dureza extrema del trabajo, marcado por riesgos constantes y por el agravamiento de los incendios forestales en un contexto de emergencia climática. Recordaron, además, que en Europa se han producido en los últimos años numerosas muertes y accidentes graves entre bomberos forestales, y denunciaron que las mejoras salariales anunciadas por la Administración son “mínimas y precarias”.

Asimismo, los trabajadores insistieron en la necesidad de poner fin al modelo privatizado, al que responsabilizan de la degradación progresiva del servicio y de la precarización del empleo, y reclamaron un servicio 100 % público, adaptado a la nueva legislación estatal y a los nuevos escenarios climáticos.

El colectivo exige, entre otras medidas, una subida real de los complementos salariales, la adaptación de los cuadrantes para garantizar la conciliación familiar, el reconocimiento del trabajo como servicio de emergencia y una mejora sustancial de la remuneración acorde al riesgo asumido.

Los bomberos forestales advirtieron de que las movilizaciones continuarán mientras no se produzcan avances reales y denunciaron que, hasta el momento, no han recibido ninguna llamada para negociar por parte de la Consejería de Medio Ambiente, pese a las reiteradas protestas.

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Dominic D. Skerrett
Nací en Gales. Soy Técnico Superior de Artes Plásticas y Diseño, marxista-leninista, internacionalista y defensor de los derechos humanos, medioambientales y animales. Mi trayectoria personal y política nace de una convicción profunda: la realidad no se contempla, se transforma. Desde muy joven entendí que la justicia social, la liberación de los pueblos y la defensa de los seres más vulnerables —humanos o no humanos— forman parte de una misma lucha. A lo largo de mi vida he participado en movimientos sociales, colectivos y plataformas de denuncia que combaten la explotación, la opresión y el silencio impuesto por los poderes económicos. Mi compromiso con el anticapitalismo, el antifascismo y la causa animalista no es retórico: es una práctica cotidiana que atraviesa mi trabajo de comunicación, mi formación artística y mi militancia. Creo en la fuerza colectiva, en el internacionalismo como brújula ética y en la necesidad de señalar cada injusticia venga de donde venga. Las experiencias vividas en las calles, en los espacios de organización y junto a quienes luchan por un mundo distinto han moldeado mi forma de mirar, crear y escribir. Todo ello forma parte de lo que soy hoy: un militante que no renuncia a la palabra, a la creatividad ni a la dignidad frente a ningún poder.