Amazon RMU1 paralizada en plena Navidad: el 80% de la plantilla en huelga

La plantilla de RMU1 exige mejoras salariales y respeto a los derechos sindicales mientras la multinacional sigue negándose a negociar

Fotografía de archivo de las jornadas de huelga en Amazon RMU1 mantenidas en noviembre | Dominic D. Skerrett
Fotografía de archivo de las jornadas de huelga en Amazon RMU1 mantenidas en noviembre | Dominic D. Skerrett

La huelga convocada desde ayer, 17 de diciembre, en el centro logístico de Amazon RMU1 registró un seguimiento masivo, con alrededor del 80% de la plantilla adherida, según fuentes del Comité de Huelga. La paralización se produce en plena campaña navideña, el periodo de mayor actividad para la multinacional, poniendo de relieve la presión de las trabajadoras y trabajadores sobre la empresa.

El Comité de Huelga considera la jornada como un éxito y un punto de inflexión en las negociaciones con la patronal FROET, que se celebrarán el viernes 19 de diciembre tras meses de bloqueo. Mientras tanto, Amazon mantiene su negativa a abrir una mesa de diálogo, argumentando que “no negocia bajo coacciones ni amenazas”. El Comité recuerda que la huelga es un derecho constitucional, una herramienta legítima en cualquier proceso de negociación colectiva.

Durante la jornada, el Comité detectó posibles vulneraciones del derecho a huelga, que están siendo documentadas para su posterior denuncia ante la administración laboral competente.

La huelga continuará a lo largo de este jueves 18 y viernes 19 de diciembre, con la plantilla organizada y decidida a alcanzar mejoras salariales, condiciones de trabajo dignas y el respeto de los derechos sindicales. La movilización evidencia que, incluso en la temporada de mayor beneficio de la multinacional, la organización obrera puede marcar la agenda y exigir justicia laboral.

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Dominic D. Skerrett
Nací en Gales. Soy Técnico Superior de Artes Plásticas y Diseño, marxista-leninista, internacionalista y defensor de los derechos humanos, medioambientales y animales. Mi trayectoria personal y política nace de una convicción profunda: la realidad no se contempla, se transforma. Desde muy joven entendí que la justicia social, la liberación de los pueblos y la defensa de los seres más vulnerables —humanos o no humanos— forman parte de una misma lucha. A lo largo de mi vida he participado en movimientos sociales, colectivos y plataformas de denuncia que combaten la explotación, la opresión y el silencio impuesto por los poderes económicos. Mi compromiso con el anticapitalismo, el antifascismo y la causa animalista no es retórico: es una práctica cotidiana que atraviesa mi trabajo de comunicación, mi formación artística y mi militancia. Creo en la fuerza colectiva, en el internacionalismo como brújula ética y en la necesidad de señalar cada injusticia venga de donde venga. Las experiencias vividas en las calles, en los espacios de organización y junto a quienes luchan por un mundo distinto han moldeado mi forma de mirar, crear y escribir. Todo ello forma parte de lo que soy hoy: un militante que no renuncia a la palabra, a la creatividad ni a la dignidad frente a ningún poder.