Un soldado israelí denunciado en Madrid por crímenes de guerra en Gaza

Shaul Shcherbatov, sargento de la unidad D9, fue identificado por un periodista palestino durante el partido entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid en la capital española, y ha sido acusado de destruir viviendas palestinas y de cometer crímenes de lesa humanidad en una querella que desafía la impunidad sionista en Europa.

0
64
Google search engine

El militar israelí Shaul Shcherbatov, sargento mayor de la Unidad D9 de las Fuerzas Armadas sionistas, ha sido denunciado en la Audiencia Nacional por crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio cometidos en la Franja de Gaza. La acción judicial fue impulsada por el periodista palestino Alhaf Arafat, residente legal en España, cuya familia perdió su vivienda bajo los ataques de la brigada de ingenieros a la que pertenece Shcherbatov.

El soldado fue identificado en Madrid, donde acudió como turista para presenciar el partido entre el Real Madrid y el Atlético, tras publicar él mismo en redes sociales imágenes de su participación en demoliciones de viviendas civiles palestinas entre octubre de 2024 y mayo de 2025.

La querella: pruebas gráficas y testimonios de las víctimas

Los abogados Raúl Maíllo y Antonio Segura han presentado la denuncia basándose en fotografías y vídeos difundidos por el propio Shcherbatov. En ellos aparece posando sonriente junto a excavadoras blindadas D9, mientras arrasa barrios enteros en la ciudad de Gaza, como Hay Tuffah.

Estos actos constituyen, según el escrito, violaciones del artículo 147 de las Convenciones de Ginebra, al tratarse de destrucciones arbitrarias no justificadas por necesidad militar y dirigidas contra población civil.

La denuncia tiene además un componente personal: la familia de Arafat fue víctima directa de estas operaciones militares, lo que aporta legitimidad a la acción.

La jurisdicción universal: un arma debilitada por la presión imperialista

El principio de jurisdicción universal permite a los tribunales españoles perseguir crímenes internacionales graves, independientemente del lugar donde se cometan. Sin embargo, las reformas legales impulsadas por los grandes partidos del espectro socialdemócrata y de las derechas —bajo presión de potencias extranjeras— han reducido drásticamente su alcance.

Hoy, solo es posible si el acusado es español, reside en España o existen vínculos con el Estado. En casos previos, como la denuncia contra el militar israelí Tameer Mula, la Audiencia Nacional rechazó asumir el caso y lo derivó a la Corte Penal Internacional (CPI), a pesar de que la CPI no ha avanzado sustancialmente en procesos contra Israel.

Los abogados reconocen las dificultades, pero destacan la dimensión política de la querella: “No puede haber impunidad. Una persona no puede cometer un genocidio durante la semana y luego irse de turismo a Madrid a ver un partido de fútbol”.

Complicidad internacional y resistencia desde abajo

La presencia de un soldado israelí en España sin obstáculos refleja la doble moral de las potencias occidentales, que permiten la libre circulación de militares responsables de crímenes contra el pueblo palestino mientras criminalizan a quienes se solidarizan con su resistencia.

Medios árabes como Alaraby TV han dado amplia cobertura al caso, denunciando la pasividad de las instituciones europeas y el contraste con la firmeza popular que exige justicia.

España entre la presión de la calle y las limitaciones del Estado

La Fiscalía General del Estado mantiene abierta una investigación para determinar si las acciones de Israel constituyen violaciones graves del Derecho Internacional Humanitario. En paralelo, el Gobierno español se ha visto forzado a cancelar acuerdos de compraventa de armas con Israel, un paso insuficiente pero que refleja el desgaste político de quienes justifican la masacre en Gaza.

La denuncia contra Shcherbatov es un recordatorio de que la lucha contra el genocidio palestino también se libra en Europa, y de que la presión de las víctimas, periodistas y colectivos solidarios puede abrir grietas en la impunidad que protege al régimen sionista.

Una batalla simbólica contra la impunidad sionista

Aunque las posibilidades legales sean limitadas, este caso se convierte en un acto de resistencia jurídica y política. Cada denuncia, cada querella y cada movilización refuerzan la exigencia de que los criminales de guerra israelíes no puedan refugiarse en la impunidad garantizada por sus aliados internacionales.

La causa contra Shaul Shcherbatov pone en evidencia que el Estado de Israel y su ejército no solo ocupan y destruyen en Palestina, sino que también se pasean con arrogancia por Europa, confiando en que nada ni nadie los detendrá. La denuncia en Madrid demuestra que la lucha por Palestina atraviesa fronteras y que, pese a los obstáculos, la solidaridad internacional mantiene viva la exigencia de justicia.

Google search engine