Las fiestas de Cehegín: la cortina de humo perfecta para tapar irregularidades

Las fiestas en honor a la patrona se convierten en la cortina de humo perfecta para ocultar la corrupción, los proyectos fantasma y el abandono industrial en Cehegín.

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| Escrito por Alfonso Javier De Gea

Durante años, sin importar el color de los políticos que se han sentado en el
Ayuntamiento de Cehegín, se han utilizado los festejos como cortina de humo para
tapar irregularidades en casos como los del Auditorio, el pabellón, la plaza de
abastos o la reapertura de las minas Gilico. El año 2025 sigue con la misma tónica:
mientras el ayuntamiento decide no hacer nada con la problemática de la nave donde
opera la empresa Croqueta y Diva, se celebra el Año Jubilar con motivo de los 300
años de la llegada de la patrona al municipio del noroeste de la Región de Murcia.
A nadie le sorprende que en Cehegín se utilicen los festejos para tapar las malas acciones
del equipo de gobierno. Todo ceheginero conoce la historia del auditorio fantasma que en
2021 renació con la idea de ser un Centro Cultural, aunque en la actualidad siguen siendo
unos cimientos sin uso, que generan denuncias por destinar recursos para la prevención de
incendios a achicar agua de los sótanos de la estructura. También saben cómo Cehegín se
quedó durante cuatro años sin pabellón debido al derrumbamiento por falta de
mantenimiento del anterior pabellón Loli de Gea en 2017 y cuya reconstrucción no terminó
hasta junio de 2021. O podemos hablar de cómo el “Proyecto de reestructuración de la
plaza de abastos” de Cehegín parece haber caído en saco roto, a pesar de que en 2018 se
prometiera construir una Escuela de Hostelería y Turismo del Noroeste o que en 2025 se
hayan presupuestado 112.500 euros para un “Centro de dinamización de la artesanía”.
No es extraño ver cómo los proyectos, sobre todo los de infraestructura, que tienen calado
en Cehegín van cambiando de nombre y de manos. Tampoco es extraño saber que,
presuntamente, se desvía el dinero en tramas de corrupción que siguen siendo investigadas
a día de hoy. El pueblo de Cehegín sigue pagando por las acciones de los diversos políticos
que han ido sentándose en el Ayuntamiento, privando al municipio del noroeste de su
industria o poniendo en peligro su biodiversidad y recursos naturales con casos como la
posible reapertura de las minas Gilico por la empresa canadiense Solid Mines Resources.
Al mismo tiempo, a bombo y platillo se organizan los festejos del municipio, destinando
miles de euros a los mismos mientras muchos proyectos que darían vida al pueblo siguen
estando en el papel. Este año, además, se celebran los 300 años de la llegada de la Virgen
de las Maravillas con el Año Jubilar en Cehegín, y muy pronto, el 8 de septiembre, llegan
las festividades en honor a la patrona. Estos dos acontecimientos han sido recibidos en el
pueblo con una lluvia de actos gastronómicos, de ocio, culturales y religiosos como el
concierto de “Ecos del renacimiento”, el lanzamiento de la ‘Tapa Maravilla’ en honor a la
Virgen de las Maravillas, el estreno del poema sinfónico dedicado también a la Virgen o la
propia apertura del Año Jubilar.

Y mientras cientos de cehegineros se regocijan con los manjares y festejos dedicados a su
patrona, la industria de Cehegín vuelve a sufrir otro varapalo con el caso de la nave que
daba cobijo al obrador de la empresa “Croqueta y Diva”. Tal y como Juan Francisco Abril manifiesta en un comunicado oficial a través de su perfil de Facebook, en 2023, firma un pacto con Jerónimo Moya (por entonces alcalde de Cehegín, de Ciudadanos) y el secretario del ayuntamiento, Pedro José Segura, para arrendar una nave en el Polígono industrial Agua Salada. En ese momento, nadie le advierte de que la nave no reúne las condiciones óptimas para su uso. Además, el alcalde no había comprobado el historial de la misma.

En mayo de 2023 una tormenta provoca una grave inundación en la nave y Juan Francisco
lo notifica al Ayuntamiento, que, a través de dos técnicos, emite dos informes distintos en
los que reconocen que la nave no está en condiciones para su uso. En uno de esos
informes se avala jurídicamente el derecho del CEO a la suspensión del contrato y de la
renta desde el 22-05-2023. En julio de 2023 Juan Francisco solicita la paralización del
contrato y de las rentas hasta que la nave se repare, pero el secretario y la alcaldesa se lo
deniegan y en agosto, solicita la rescisión del contrato. Es entonces, sin respuesta del
ayuntamiento, cuando se reúne con la alcaldesa y esta le dice que el secretario está
denegando esta rescisión.

Según el artículo 21 de la ley 7/1985 reguladora de las bases del régimen local, la alcaldesa tiene competencia para paralizar este tipo de contratos. Cuando Juan Francisco averigua esto, presenta un acto de conciliación y el Ayuntamiento lo recurre. Poco después descubre que en 2015 (siendo alcalde José Rafael Rocamora, del PSOE) la empresa CEICO había realizado un informe cuyas conclusiones daban a conocer que la nave presentaba
deficiencias estructurales importantes. El informe también proporcionaba las claves para la
adopción de medidas correctoras antes de destinar la nave a su uso previsto. En ese
momento, la empresa Proagricar S.L. tuvo que abandonar la nave ante la falta de
soluciones del equipo de gobierno. Además, en 2019, el Ayuntamiento vuelve a alquilar la
nave a la empresa Pelotari sin subsanar las deficiencias.

En 2024 la propia alcaldesa volvió a pedir un informe a la empresa CEICO, que repitió las
mismas conclusiones y, según denuncia Juan Francisco, se hizo duplicando el gasto público
para ocultar el informe original y no asumir sus responsabilidades. A pesar de las múltiples
propuestas por parte del empresario, el ayuntamiento bloquea toda negociación y, por tanto, decide presentar una demanda civil. Ante esta situación, Juan Francisco ha recibido
acusaciones de coacción.

La situación ha provocado una situación difícil para ‘Croqueta y Diva’ y el CEO afirma que
a día de hoy podría tener 40 trabajadores si todo hubiera ido bien. De esta manera se
comprueba que tres alcaldes diferentes de tres partidos distintos estuvieron implicados en el silencio sobre la situación de la nave, lo que ha perjudicado gravemente al tejido
empresarial del municipio no sólo en este caso, sino también en el de las anteriores
empresas que por los mismos problemas, tuvieron que abandonarla.
Mientras tanto, esos mismos políticos han gastado miles de euros en las festividades
locales, generando una cortina de humo para que el pueblo se enfocara en otra cosa que no fuera el expolio de sus tierras y el hundimiento de su tejido empresarial, además de la
corrupción con la edificación y el mantenimiento de las infraestructuras por parte del
ayuntamiento.

Con toda la información sobre la mesa es importante subrayar la actuación del
Ayuntamiento en cuanto a la privatización y la mala gestión de los medios de producción. Si el pequeño empresario encuentra dificultades para seguir la lógica capitalista y producir,
debemos entender que la solución no es dejar en sus manos (ni en las de la
socialdemocracia) la capacidad de gestionar estos mismos medios de producción.
La socialdemocracia ha solidificado un sistema que premia a quienes están en el poder para
que, en lugar de responsabilizarse y actuar a favor del pueblo, miren por sus propios
intereses, aunque eso signifique incluso perjudicar el tejido empresarial y por tanto, el
desarrollo capitalista que ellos mismos defienden.

Estas situaciones favorecen la despoblación de los pueblos y favorece la gentrificación. El
turismo y la hostelería se convierten en las únicas actividades que generan puestos de
trabajo, pero estos mismos son precarios y muchas veces, no gozan ni siquiera de los
derechos que la propia socialdemocracia les ha cedido. El resto de la población, se ve
obligada a marcharse en busca de oportunidades laborales a la ciudad, dónde se
encuentran una realidad díficil: la subida de los alquileres y las trabas para conseguir un
hogar donde vivir.

La cultura propia de los pueblos se pierde y se vuelve una masa homogénea que no deja a
la sociedad ser crítica y avanzar. Las fiestas de pueblo se convierten en el opio perfecto
para hacernos olvidar que, unidos, somos más fuertes y que podemos transformar las
realidades sociales y políticas. Y la forma de empezar está revolución es precisamente
desde los pueblos, aunque sea a través de unos chavales que hacen una obra de teatro y
son censurados tanto por parte de instituciones religiosas como por parte del propio
Ayuntamiento por usar la imagen de la virgen…

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