Qué dice la ley: no a la muerte del animal en público y eutanasia clínica bajo control veterinario
La Comunidad Autónoma de la Región de Murcia se rige, en materia de espectáculos taurinos, por la Ley 10/1991 (básica estatal) y el Reglamento de Espectáculos Taurinos (Real Decreto 145/1996), además de los procedimientos de autorización autonómicos específicos para festejos populares (encierros, sueltas de vaquillas). Estas normas fijan el marco de potestades y controles administrativos, incluida la presencia de veterinarios y actas sobre incidencias del festejo.
En Murcia, el portal oficial de la CARM recuerda que la celebración de festejos taurinos populares requiere autorización administrativa, lo que implica condiciones de seguridad y control, incluyendo supervisión veterinaria de las reses.
Respecto al bienestar animal, la Ley 6/2017, de protección y defensa de los animales de compañía de la Región de Murcia, define y acota la eutanasia como una muerte humanitaria para evitar sufrimiento, siempre bajo control veterinario. Aunque su ámbito principal son animales de compañía, establece estándares de trato que informan la actuación administrativa en materia de protección animal (evitar sufrimientos injustificados, primar intervención veterinaria).
Además, los reglamentos autonómicos comparables para festejos taurinos populares en otras comunidades —marco al que remiten las potestades estatales— prohíben herir, pinchar o maltratar a las reses y no contemplan la muerte del animal en presencia de público en este tipo de festejos, cuya propia definición excluye el sacrificio público. Aunque ese ejemplo es de Madrid, refleja el estándar regulatorio extendido en España para este formato.
Lo sucedido en Fortuna: preguntas serias sobre legalidad y gestión
Si, como sostienen fuentes cercanas y asistentes, el sacrificio de la vaquilla del jueves 14 se realizó en el ruedo y de cara al público mediante puntilla, y si el animal ya estaba enfermo o no apto para el festejo, concurren dos posibles vulneraciones:
- Infracción del formato de festejo popular: en sueltas de vaquillas no procede la muerte en público, ni prácticas que causen daño evitable a la res, siendo de aplicación el régimen sancionador de la Ley 10/1991 y el RD 145/1996.
- Incumplimiento de la vía de eutanasia clínica: si el animal estaba enfermo o sufría, la respuesta adecuada habría sido una eutanasia veterinaria humanitaria, fuera de la vista del público, en instalaciones adecuadas y con el único fin de evitar sufrimiento, tal como recoge la Ley 6/2017.
La situación también interpela a la gestión municipal: el Consistorio, con mayoría absoluta del PP que encabeza Catalina Herrero, destinó casi 30.000 euros de fondos públicos a unos festejos en los que, según los testimonios recabados, se exhibió y sacrificó a una res presuntamente enferma sin las garantías debidas. Una falta de control y supervisión que deja en entredicho la diligencia exigible a la administración pública municipal en materia de autorización y protección animal.
Consultas populares sobre toros y vaquillas en Fortuna: una historia de incumplimientos
Fortuna ya ha vivido momentos de debate sobre la financiación de festejos taurinos. En marzo de 2016, el entonces alcalde José Enrique Gil Carrillo (PSOE) se comprometió a realizar una consulta popular para decidir si el municipio debía seguir subvencionando corridas de toros y sueltas de vaquillas, tras una iniciativa de IU llevada a pleno por el edil de izquierdas, Salvador Alarcón, y la recogida de más de mil firmas de vecinos y vecinas del municipio. Sin embargo, la consulta no se llegó a convocar a tiempo antes de las fiestas municipales de ese año y, medio año después, se celebraron festejos financiados por el Ayuntamiento con un coste de unos 6.000 € por res, según denunció el colectivo local “Animalistas Fortuna”.
En marzo de 2017, tras meses de presión social por parte de la plataforma animalista y de las tensiones en el equipo de gobierno local por parte la presión de IU para que éstas se celebraran, se planteó una nueva iniciativa, esta vez mediante una “encuesta de calidad”, preguntando a la ciudadanía si deseaban mantener la subvención a corridas y encierros, eliminar solo las corridas o suprimir ambos festejos. El formato se eligió para sortear problemas legales vinculados al referéndum.
Pese a que en la consulta popular celebrada en 2017 la mayoría de los votantes se mostró en contra de financiar con dinero público los festejos taurinos —con un 63,2% de rechazo a las corridas de toros frente al 35,8% de apoyo, y un 51,4% de rechazo a las sueltas de vaquillas frente al 47% de apoyo—, y aunque la participación fue baja (solo un 4,8% del censo), el equipo de gobierno municipal atendió parcialmente el resultado, limitando la financiación y evitando la celebración de corridas con daño físico a los animales. Sin embargo, tras la vuelta del PP al poder con Catalina Herrero, esta restricción se ha revertido y Fortuna ha recuperado tanto las corridas como las sueltas de vaquillas financiadas con fondos públicos.
Resultados facilitados por el colectivo «Animalistas Fortuna»
Estos antecedentes muestran que, pese a la discusión vecinal sobre la legitimidad y los fondos públicos destinados a los festejos, el Ayuntamiento ha seguido destinando recursos significativos a estas prácticas sin atender de manera efectiva la opinión ciudadana.
Cuestión de prioridades: cultura sin sufrimiento
Más allá de la posible ilicitud, el episodio abre el debate sobre el uso de recursos públicos: con 15.675 euros en reses y 14.000 euros en alquiler de plaza, la factura pública de estas dos jornadas invita a replantear si Fortuna debe seguir financiando espectáculos que normalizan el sufrimiento animal, en lugar de impulsar programación cultural y de ocio respetuosa con personas y animales.
Lo que hemos hecho para contrastar
La Protesta Diario ha solicitado al Ayuntamiento de Fortuna:
- El expediente completo de autorización de ambas sueltas (incluidos informes y actas veterinarias y parte de incidencias del festejo).
- La justificación del gasto (contratos de alquiler y suministro de reses).
- La versión oficial sobre el estado sanitario de la vaquilla y el procedimiento seguido tras su deterioro.
Publicaremos las respuestas íntegras y cualquier documentación que llegue a este medio en cuanto las recibamos.