El viernes, el Gabinete de Seguridad de Israel aprobó el plan militar del primer ministro Benjamin Netanyahu para ocupar la Ciudad de Gaza, en una gran escalada dentro de la ofensiva genocida que, desde hace veintidós meses, está destruyendo territorio palestino, asesinando a decenas de miles de personas y provocando desplazamientos forzados y hambruna masiva.
La Red Estatal de Solidaridad contra la Ocupación de Palestina considera que esta decisión, adoptada en abierto desafío al Derecho Internacional y a las órdenes de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) —que exige a Israel poner fin a la ocupación militar en septiembre—, demuestra que, sin sanciones, embargos y medidas concretas, Israel continuará intensificando sus crímenes contra el pueblo palestino. Los datos oficiales hablan de 63.000 personas palestinas asesinadas, aunque numerosas expertas apuntan a que la cifra real es mucho más alta.
Advierten de que ocupar la Ciudad de Gaza implica una trascendental escalada que resultará en el desplazamiento forzado de cientos de miles de personas exhaustas, hambrientas y que ya han sido desplazadas decenas de veces. Subrayan que esta medida forma parte del plan del Gobierno israelí de exterminio total contra el pueblo palestino y que Israel está usando el hambre como arma de guerra, negando la entrada de ayuda humanitaria.
La Red denuncia la complicidad activa del Gobierno español con este genocidio, cuestionando cómo puede justificar mantener relaciones diplomáticas, culturales, económicas, académicas, deportivas y militares con un Estado que cada día ahonda sus crímenes. Critican que el Ejecutivo siga importando, exportando y permitiendo el tránsito militar a Israel, y exigen la ruptura inmediata de todas las relaciones, un embargo integral de armas y tecnología militar por Decreto Ley, así como el cumplimiento efectivo de las órdenes de la CIJ y la promoción de sanciones internacionales contra el régimen de apartheid israelí.
Concluyen que Israel solo puede seguir cometiendo estos crímenes gracias a la complicidad e impunidad internacional, y que la única respuesta aceptable es cortar toda complicidad y actuar de forma clara, concreta y contundente para frenar el genocidio.
¡Viva Palestina libre!