Tras la decisión del Ayuntamiento de Águilas de retirar del orden del día, al amparo del artículo 51 de su Reglamento Orgánico, el punto relativo a la retirada del título de Hijo Predilecto a Pedro Costa Morata, Ecologistas en Acción ha realizado una dura valoración política y jurídica en la que sostiene que el expediente “nunca debió abrirse” y que su tramitación constituye un grave error institucional.
En declaraciones recogidas por La Protesta Diario, Pedro Luengo, portavoz de Ecologistas en Acción Región Murciana, señala que la aplicación del artículo 51 confirma lo que desde el primer momento venían denunciando colectivos sociales y ecologistas: que el procedimiento carecía de base legal. “Para retirar un reconocimiento de este tipo, el propio reglamento municipal exige causas excepcionales de comportamiento indigno debidamente acreditadas. Nada de eso aparece en el escrito que dio origen al expediente”, subraya.
Según explica, el documento presentado por el representante de Asaja y candidato de Vox “no describe ningún hecho concreto, no acredita conducta alguna y no aporta prueba de ningún tipo”, limitándose a expresar valoraciones personales y animadversión política hacia Pedro Costa Morata. “Eso no solo no justifica la retirada de un honor, sino que ni siquiera permite abrir un expediente administrativo”, afirma.
Luengo sostiene que, desde este punto de vista, la apertura del procedimiento supone “un error garrafal desde el punto de vista normativo” y advierte de que podría rozar la prevaricación, al haberse activado un mecanismo administrativo sin cumplir los requisitos exigidos por el propio reglamento municipal.
La valoración de Ecologistas en Acción va más allá del plano jurídico. Para la organización, el caso evidencia también un grave error político por parte del equipo de gobierno municipal. “Nadie duda de que Pedro Costa Morata fue merecedor del reconocimiento en su día y lo sigue siendo hoy. Las discrepancias ideológicas o los desacuerdos con sus posiciones nunca pueden justificar una operación de revancha”, afirma Luengo.
Desde la organización ecologista consideran especialmente preocupante que un gobierno que se define como progresista haya aceptado tramitar una iniciativa promovida por sectores reaccionarios y de extrema derecha “sin ninguna motivación objetiva y sin respaldo jurídico alguno”.
Asimismo, critican la forma en que el Ayuntamiento ha resuelto la situación, retirando el punto del orden del día en lugar de cerrarlo definitivamente. “Lo coherente habría sido inadmitir el escrito y ratificar expresamente el mantenimiento del honor concedido a Pedro Costa Morata. Retirarlo del orden del día es, en la práctica, una patada hacia adelante”, advierte Luengo.
A juicio de Ecologistas en Acción, esta forma de proceder deja abierta la puerta a que el asunto vuelva a plantearse y responde más a una estrategia de desgaste que a una defensa clara del interés general. “No sabemos a qué estrategia responde esta maniobra, pero desde luego no parece la más acertada ni política ni democráticamente”, señala.
La organización sitúa además este episodio en un contexto más amplio de avance de discursos negacionistas y ultraliberales que pretenden desregularlo todo para maximizar el beneficio privado. “Este tipo de planteamientos —señala Luengo— están en la base del escrito que motiva el expediente: una visión que desprecia el medio ambiente, los derechos sociales y el interés general”.
En este sentido, recuerda que la democracia implica límites, también para la actividad económica. “El derecho al beneficio termina donde empiezan los derechos del resto de la ciudadanía. No todo vale, no todo puede hacerse en nombre del beneficio empresarial”, afirma, subrayando que la defensa del medio ambiente y del interés público no puede ser objeto de linchamientos políticos.
Ecologistas en Acción concluye reclamando al Ayuntamiento de Águilas que cierre definitivamente el expediente y ponga fin a una deriva que considera peligrosa y profundamente antidemocrática. “No se puede permitir que instituciones públicas se utilicen para ajustar cuentas ideológicas ni para atacar a quienes han dedicado su vida a la defensa del bien común”, concluye la organización.














