
Colectivos sociales, vecinales y ecologistas, junto a cargos públicos y militantes de base de Izquierda Unida-Verdes, han acompañado esta mañana a Pedro Costa Morata en el Pleno del Ayuntamiento de Águilas, donde se debatía la propuesta de retirada del reconocimiento de Hijo Predilecto concedido en 2017 al histórico pensador y activista ecologista. La Protesta Diario ha estado presente durante la sesión y ha recogido las valoraciones realizadas tras un pleno que finalmente ha dejado el punto “sobre la mesa”, aplazando su votación.
Desde IU-Verdes valoran este desenlace como un primer freno a una ofensiva de carácter reaccionario impulsada por la extrema derecha, y subrayan que el aplazamiento no puede entenderse como un cierre del conflicto mientras el expediente continúe abierto. La formación exige al equipo de gobierno socialista, encabezado por Cristóbal Casado, que lo retire de manera definitiva y que rechace explícitamente cualquier intento futuro de volver a activarlo.
Pedro Costa Morata: “Ha habido un ejercicio de reflexión y sensatez; hemos ganado gracias al apoyo y al empuje de la buena gente”.
Pedro Costa Morata, nacido en Águilas en 1947, es una figura clave del ecologismo social y político en el Estado español. Su trayectoria está marcada por la defensa del territorio, la justicia ambiental y los derechos humanos. Entre otros hitos, destaca su papel en la paralización del proyecto de central nuclear de la Marina de Cope en 1974, así como su denuncia constante de los efectos de la agricultura y la ganadería intensivas sobre los acuíferos, los suelos y los ecosistemas de la Región de Murcia y del conjunto del planeta. Ha intervenido asimismo en conflictos laborales, urbanísticos y sociales, y ha alzado la voz frente a vulneraciones de derechos humanos en contextos internacionales como Palestina o el Sáhara Occidental.
Tras el pleno, Costa Morata explicó ante La Protesta Diario que el hecho de que no se haya llegado a votar la retirada del reconocimiento “tiene una interpretación clara”: la mayoría socialista “ha reflexionado sobre la contradicción que supondría votar ahora lo contrario de lo que aprobó en su día”. A su juicio, se ha producido “un ejercicio de sensatez” fruto del trabajo colectivo, de la movilización social y del apoyo recibido en las últimas semanas.
El histórico ecologista se mostró “encantado” tanto por el reconocimiento otorgado en su momento como por la respuesta social actual, y afirmó que la iniciativa para retirarlo ha supuesto “un palo y una derrota muy sensible” para quienes la impulsaban. En ese sentido, advirtió de que, aunque sectores a los que calificó como “agrofascistas” puedan intentar reactivar propuestas similares, sus apoyos se han debilitado notablemente. “Ha funcionado la parte sana del pueblo, la parte buena, y eso hace que se lo piensen dos veces. Por eso creo que hoy estamos de celebración”, señaló.

Por su parte, el diputado regional de Izquierda Unida-Verdes, José Luis Álvarez-Castellanos, calificó la propuesta debatida como “surrealista y directamente absurda”, recordando que Pedro Costa Morata es una figura de referencia del ecologismo a nivel estatal e internacional, Premio Nacional de Medio Ambiente, pensador y divulgador, con una trayectoria ampliamente reconocida en la defensa del territorio y del interés general.
José Luis Álvarez-Castellanos: “Exigimos al PSOE que retire definitivamente este expediente absurdo y que vote en contra si vuelve al pleno”.
Álvarez-Castellanos advirtió de que, pese al anuncio del alcalde, el expediente no ha sido retirado y sigue formalmente abierto. “No queda claro qué significa dejar el asunto sobre la mesa, porque el procedimiento continúa vivo”, señaló. Por ello, exigió al Partido Socialista aguileño que lo retire “total y definitivamente” y que, en caso de que por razones administrativas tuviera que volver al pleno, vote en contra “con una explicación clara, contundente y rotunda”.
Desde Izquierda Unida-Verdes consideran que esta iniciativa forma parte de una estrategia política reaccionaria, “casi neofascista”, promovida por Vox, orientada a atacar referentes del pensamiento crítico, del ecologismo y del compromiso social. Frente a ello, la organización defiende que las instituciones públicas no pueden convertirse en instrumentos de revancha ideológica, sino que deben proteger y reconocer a quienes han contribuido de manera decisiva al avance democrático, social y ambiental.












