Militantes de la Asamblea Local de Izquierda Unida-Verdes en Archena se han concentrado en la mañana de este domingo con motivo de los actos preparativos en la Región de Murcia para el Día Internacional contra la Violencia Machista, 25 de noviembre, bajo el lema “Nuestros cuerpos no están hechos para sus violencias”. Durante la concentración, se ha leído un manifiesto en el que se denuncia que la violencia machista es un problema estructural y global que sigue afectando a millones de mujeres y niñas.
En el manifiesto leído, las participantes han recordado que en lo que va de año 36 mujeres han sido asesinadas en España por sus parejas o exparejas, sumando un total de 1.331 desde 2003, y que 1.862 menores han quedado huérfanos a causa de esta violencia. “Volvemos a las calles para exigir que nuestros cuerpos no sean territorio de agresión ni de desprotección institucional”, han subrayado los militantes durante la lectura.
Las militantes de IU también han denunciado la violencia sexual y reproductiva que sufren las mujeres, desde agresiones sexuales y prostitución forzada hasta violencias obstétricas y explotación en la gestación subrogada. Además, la Asamblea Local ha condenado la violencia ejercida en conflictos armados y ocupaciones, señalando que “las mujeres y la infancia son los objetivos principales en situaciones de guerra y represión”.
Durante la concentración, se ha reclamado un sistema judicial más eficaz y sensible que proteja a las víctimas, señalando fallos en el seguimiento de pulseras de geolocalización y la aplicación del sistema VioGén, así como el incumplimiento de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en algunas comunidades autónomas. “Exigimos que se depuren responsabilidades y que se articulen medidas desde lo público para garantizar la seguridad y los derechos de todas las mujeres”, han afirmado.
La Asamblea Local ha concluido que “la lucha contra la violencia machista es una cuestión de derechos humanos, igualdad y justicia social”, y ha llamado a la ciudadanía a movilizarse, exigir políticas públicas efectivas y rechazar cualquier intento de relativizar o negar esta violencia estructural.

















