10 pollos se salvan en el último momento a las puertas de un matadero de Algemesí 

La intervención del colectivo València Animal Save expone las condiciones extremas en la industria avícola

Un ave camino al matadero de Algemesí | València Animal Save
Un ave camino al matadero de Algemesí | València Animal Save
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Diez aves han logrado salvarse instantes antes de entrar en un matadero de Algemesí, donde el colectivo antiespecista València Animal Save estaba documentando la llegada de pollos transportados hacinados, sucios, heridos y sin espacio, una imagen habitual de la industria cárnica.

Los animales rescatados permanecerán ahora en un lugar seguro y tranquilo durante el resto de sus vidas, aunque el colectivo recuerda que los tratamientos veterinarios para animales procedentes de la industria suelen ser muy costosos.

En un comunicado difundido tras la acción, València Animal Save subraya la importancia de que las imágenes y vídeos grabados a las puertas del matadero sirvan para hacer reflexionar sobre el sistema de producción que sostiene la demanda de carne. Explican que los animales que logran documentar llegan al matadero con unos 40 días de vida, tras haber permanecido en naves industriales de engorde rápido y artificial, donde muchos mueren antes siquiera de salir de la granja debido a los altos niveles de hacinamiento y a los ritmos de producción marcados por la rentabilidad.

El colectivo recuerda que solo en este matadero se ejecutan miles de pollos cada día para abastecer el consumo de carne. No es la primera vez que Algemesí se ve envuelto en polémicas relacionadas con el maltrato animal: hace unos meses el municipio recibió críticas por promover desde el Ayuntamiento actos taurinos infantiles, cuestionados por entidades defensoras de los animales.

La coordinadora de València Animal Save, María Jesús Puertes, explica que las vigilias son “acciones poderosas porque nos conectan directamente con las víctimas del sector alimentario, ayudan a dar el empujón que algunas personas necesitan para dejar de comerlos, nos reafirman en nuestro veganismo y nos recuerdan por qué luchamos contra su explotación”. Añade además que estas acciones “motivan a otras personas veganas a iniciarse en el activismo antiespecista, porque defender su libertad es urgente”.

Promueven la liberación animal

València Animal Save denuncia que el especismo —la discriminación por especie, reconocida por la RAE— se inculca desde la infancia de manera difusa y normalizada. Frente a ello, el colectivo promueve el veganismo como una filosofía ética basada en el respeto igualitario hacia todos los animales, lo que implica no utilizarlos como alimento, vestimenta, entretenimiento, experimentación ni en ningún otro ámbito.

Recuerdan que los pollos documentados en Algemesí proceden de la industria cárnica, pero que en la industria del huevo la violencia es igualmente extrema: los pollitos machos son triturados vivos al nacer por no ser considerados productivos, y las gallinas son enviadas al matadero tras un ciclo de explotación igualmente intenso.

En el ámbito alimentario, el colectivo señala que todas las recetas tradicionales pueden disfrutarse con alternativas vegetales, manteniendo —e incluso mejorando— su sabor. Añaden que, además de evitar el sufrimiento animal, dejar de consumir productos de origen animal es una de las medidas más eficaces frente a la emergencia climática, el hambre en el mundo, ciertos problemas de salud y los impactos a poblaciones indígenas.

Sobre la gripe aviar, recuerdan que aunque ahora sea tendencia informativa, la única solución real para prevenir nuevos brotes pasa por no financiar a las industrias que crían animales para su explotación.

Una de las activistas presentes en la vigilia resume así la experiencia: “Es difícil explicar todo lo que ves, hueles, oyes y sientes a las puertas de un matadero. Por eso dejé de poner excusas y de ser parte del problema. Prácticamente nadie sería capaz de matar al animal que consume, ni de presenciar el interior de ese lugar ensangrentado donde cada día acaban con miles de inocentes”.

El próximo acto del colectivo será una línea silenciosa por los animales acuáticos, el sábado 22 de noviembre a las 17:30 horas en la céntrica plaza de los Pinazos de València.

València Animal Save concluye recordando que los animales son seres sintientes, con intereses propios, y que necesitan con urgencia dejar de ser utilizados por los humanos.

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