La Plaza del Espejo de Los Alcázares clama por un alto el fuego inmediato en Gaza y el fin del asedio israelí

Un centenar de personas, junto a colectivos sociales y militantes de Izquierda Unida-Verdes, denuncian la utilización del hambre como arma de guerra y exigen medidas inmediatas contra el gobierno de Israel

0
59
Google search engine

Bajo un sol implacable y con banderas palestinas ondeando al viento, la Plaza del Espejo se ha convertido esta mañana en un altavoz colectivo contra la barbarie que asola Gaza. Decenas de personas se han reunido para poner voz a un manifiesto demoledor que ha resonado como un puño sobre la mesa de la indiferencia internacional.

La lectura, compartida por cinco activistas, ha dibujado un retrato estremecedor: más de 56.000 personas asesinadas en menos de dos años, entre ellas 18.000 niños y niñas; más de 127.000 heridos, muchos con amputaciones, quemaduras o traumas imposibles de sanar; y un 100% de la población gazatí en riesgo de hambruna según Naciones Unidas. Una situación, recordaron, que no es una tragedia inevitable, sino el resultado de decisiones políticas deliberadas.

Se ha denunciado que el asedio total impuesto por las autoridades israelíes desde el 2 de marzo ha convertido Gaza en una cárcel a cielo abierto, sin agua, sin electricidad, sin medicinas y sin un solo refugio seguro. El hambre, dijeron, no es un daño colateral, sino un arma meticulosamente programada para someter a un pueblo entero. “No es ayuda humanitaria, es su militarización: se bloquea, se fragmenta y se utiliza como castigo colectivo”, se escuchó desde el micrófono, arrancando aplausos y consignas de “¡Palestina libre!”.

El manifiesto también recordó que el colapso del sistema sanitario es total: el 94% de los hospitales está dañado o destruido, y los equipos médico-humanitarios trabajan sin electricidad, sin analgésicos y racionando medicamentos básicos. “Los que sobreviven a las bombas mueren por falta de cuidados básicos”, lamentaron.

Mientras toneladas de alimentos, medicinas y material sanitario siguen retenidas a pocos kilómetros de quienes más las necesitan, los puestos de reparto militarizados se han convertido en trampas mortales: en los últimos días, más de 500 personas han sido asesinadas y 4.000 heridas cuando intentaban acceder a la ayuda.

Las organizaciones firmantes —entre ellas UNICEF y UNRWA en España, Oxfam Intermón, Médicos Sin Fronteras, Save the Children y Movimiento por la Paz (MPDL)— no hablaron de súplicas, sino de exigencias:

  • Alto el fuego inmediato y definitivo.

  • Protección real de la población civil conforme al Derecho Internacional Humanitario.

  • Apertura total y sostenida de todos los pasos fronterizos para la entrada masiva de ayuda humanitaria.

  • Restablecimiento pleno del mandato de UNRWA y de todas las agencias humanitarias, sin criminalización.

  • Fin del uso del hambre y el desplazamiento forzado como armas de guerra.

Entre los asistentes, Dominic D. Skerrett, miembro de la coordinadora regional de Izquierda Unida-Verdes de la Región de Murcia, advirtió que “cada día que pasa en Gaza sin un alto el fuego y sin entrada masiva de ayuda humanitaria es un día más de complicidad internacional con el genocidio. No hay excusas: la comunidad internacional debe romper relaciones con el gobierno de Israel, juzgar a sus responsables y garantizar la protección efectiva de la población palestina”.

Además de colectivos sociales, la concentración contó con la presencia de militantes de Izquierda Unida-Verdes, tanto de la coordinadora regional como de la asamblea local de Los Alcázares, que participaron activamente en las consignas y en la lectura del manifiesto. Desde la organización han manifestado su firme compromiso de seguir movilizándose en defensa del pueblo palestino, recordando que la solidaridad “no es un gesto simbólico, sino una obligación moral y política frente a la impunidad”.

Google search engine