«La unidad de las Pasionarias del mundo es necesaria para tumbar el bloqueo criminal que sufren las mujeres cubanas. A más bloqueo, más solidaridad. Nosotras venceremos.»
— Cristina Simó Alcaraz, presidenta del Movimiento Democrático de Mujeres
Del 16 al 23 de julio de 2025, la isla de Cuba recibió una visita cargada de compromiso político y ternura militante: la Brigada Las Pasionarias, conformada por cerca de 45 mujeres feministas del Estado español, impulsada por el Movimiento Democrático de Mujeres (MDM) en coordinación con el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) y la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).
Entre ellas, se encontraba Teresa Abia, activista de la organización Entrepueblos, quien relata con emoción lo vivido:
“Ha sido una semana intensa, plena de emociones, fuerza y solidaridad entre mujeres. Volvemos admiradas de la capacidad que las mujeres cubanas tienen para liderar proyectos sociales en todos los ámbitos que les competen”.
El viaje no fue turístico ni anecdótico: fue una acción solidaria y política en tiempos de endurecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero que el imperialismo Estadounidense impone sobre Cuba, agudizado desde el mandato de Donald Trump. Este asedio tiene efectos devastadores sobre la vida cotidiana: falta de medicamentos, productos básicos, piezas industriales o materias primas esenciales.
Tejiendo puentes, combatiendo el cerco
La brigada feminista viajó con un doble objetivo: entregar una donación de medicamentos, material sanitario e higiénico —con especial atención a las necesidades de las mujeres— y, al mismo tiempo, conocer de primera mano la organización social y política del feminismo cubano.
En su paso por La Habana y Santa Clara, participaron en reuniones y visitas a centros clave:
- La Casa de Orientación a la Mujer y la Familia, que trabaja contra la violencia de género y por la equidad.
- El CENESEX, presidido por Mariela Castro Espín, que ofrece atención integral a personas LGTBIQ+ y acompaña a personas trans en sus procesos identitarios, con atención hormonal y psicológica, pese a no poder garantizar cirugías por falta de medios.
- El Hogar Materno, que acoge a embarazadas en situación de riesgo o sin acceso a condiciones dignas para gestar, brindando atención médica y formación para el parto.
En todos estos espacios, la presencia de la mujer no es testimonial, sino central. No es casual: como destacó Noemí Rabaza Fernández, vicepresidenta del ICAP, en el emotivo acto de bienvenida, “la Revolución dignificó a la mujer cubana, y su papel es hoy pilar en la construcción del país”.
Rabaza recordó también que el legado de Dolores Ibárruri, “La Pasionaria”, sigue vivo en Cuba desde que visitó la isla en 1963: “Su regreso hoy, simbolizado en esta brigada, es una promesa renovada de lucha contra el fascismo, por la paz y la justicia social”.
Feminismo internacionalista contra la barbarie
Cristina Simó y Marta Martín, presidenta y vicepresidenta del MDM, participaron en un panel junto a representantes de la FMC y del Centro Fidel Castro. Allí dejaron claro que la solidaridad internacional entre mujeres es una herramienta política clave frente al auge del fascismo, las guerras y las políticas de exterminio económico como el bloqueo a Cuba o el genocidio del pueblo palestino.
Teresa Abia, por su parte, lo resume así:
“El pueblo cubano y, en especial, las mujeres, día a día, con coraje y valentía, se enfrenta a las necesidades y cuidados colectivos para mantener viva la conciencia de clase, la justicia social y la lucha por la paz”.
Al finalizar la semana, Las Pasionarias no solo habían entregado su ayuda material, sino que regresaban a casa con una lección de dignidad, fortaleza y organización popular. Porque, como ellas mismas proclaman: “Cuba y sus mujeres no están solas. Nosotras venceremos.”