Escrito por Movimiento Feminista de Murcia
Este sábado, 26 de julio, se publicaba un comunicado firmado por las mujeres palestinas Alkarama, en el que interpelaban directamente a los movimientos feministas globales. En ese comunicado, afirmaban:
«En estos 22 meses hemos echado de menos la falta de alguna gran manifestación organizada por los feminismos occidentales que afirman defender los derechos de las mujeres. Os hacemos un llamamiento a asumir vuestra responsabilidad moral, política e histórica. No hay feminismo auténtico ni progresista que pueda ignorar la masacre que sufre el pueblo palestino o guardar silencio ante esta política de exterminio y hambre ejecutada con armas coloniales y sionistas y con la complicidad de los gobiernos occidentales. La solidaridad real, revolucionaria y humana no puede estar condicionada ni sujeta a cálculos políticos mezquinos. Surge del deber moral de estar junto a la víctima frente a su verdugo, junto a las oprimidas frente al régimen genocida y ocupante.»
Contra la solidaridad selectiva
Entendemos que la ausencia absoluta de movilizaciones masivas en las calles, protestas o agitación social se debe a lo que se conoce como “solidaridad selectiva”: una empatía política que solo se activa cuando reconocemos a nuestra igual en el espejo.
Fue solidaridad selectiva cuando España entera salió a la calle con el caso de La Manada, pero no cuando se destaparon los abusos sexuales y la explotación inhumana de nuestras compañeras migrantes y racializadas que trabajaban la fresa en Huelva. Esa solidaridad selectiva revela el racismo intrínseco de los movimientos feministas hegemónicos europeístas y occidentales.
Racismo, islamofobia y colonialismo conforman una trenza que muchas feministas blancas lucen con orgullo, mientras llenan sus agendas de un feminismo que les permite conservar y ampliar sus propios privilegios. Como bien expresa Mikaelah Drullard:
“Hasta que el feminismo no se deshaga del patriarcado y del género como marco de análisis principal, va a seguir siendo blanco.”
No en nuestro nombre
Estamos hartas de que, en nombre de las mujeres, de los cuerpos socializados como mujeres o de los cuerpos feminizados, se cometan crímenes de lesa humanidad contra pueblos racializados.
Queremos decir alto y claro: no en nuestro nombre.
Basta ya de que los derechos y libertades de las mujeres se usen como excusa y moneda de cambio para invadir territorios y asesinar poblaciones. Ya lo vimos en 2021 con las mujeres en Afganistán. Hoy asistimos a cómo ese mismo discurso hipócrita y falaz se utiliza para justificar el genocidio del pueblo palestino.
Denunciamos las lógicas blancas, coloniales, racistas e islamófobas que consideran que las mujeres con hiyab son necesariamente oprimidas, víctimas de un patriarcado árabo-musulmán del que deben ser salvadas. Ese discurso, afín al régimen sionista criminal de Netanyahu, no forma parte de nuestros movimientos por la liberación y emancipación de todas las personas.
Debemos desprendernos de nuestro complejo de salvadoras blancas y alinearnos sin condiciones con nuestras hermanas y hermanos palestinos, sin prejuicios ni superioridades coloniales.
Como escriben las compañeras palestinas:
“Las mujeres de Gaza no necesitamos compasión ni lástima, necesitamos posturas firmes y radicales que encarnen los principios que dicen defender los movimientos feministas en todo el mundo: la lucha contra el colonialismo, la opresión y la violencia sistémica. No pedimos una solidaridad a medias, sino un compromiso sincero que reconozca que la lucha de la mujer palestina es parte inseparable de la lucha de toda la humanidad. Tampoco necesitamos voces feministas que pretendan imponer condiciones a nuestro pueblo ni a nuestras mujeres respecto a las alianzas que la resistencia palestina establece.”
El genocidio no puede ser normalizado
Estamos asistiendo a una masacre televisada sin precedentes:
-
Más de 400.000 personas desaparecidas bajo los escombros,
-
Más de 60.000 asesinadas (según datos oficiales… Que siempre serán más),
-
-
Encarcelamientos masivos,
-
Campos de concentración,
-
Y ahora, el bloqueo de la ayuda humanitaria que está provocando muertes por inanición.
Son crímenes de guerra perpetrados por el Estado genocida de Israel. No pueden sernos indiferentes ni un minuto más.
Nos repugna el tratamiento que nuestros medios de comunicación dan al genocidio palestino. Un periodismo sensacionalista e insensible que nos anestesia día a día y normaliza el horror. No son cifras: son personas.
Coordinación global feminista ya
Apelamos a nuestra obligación moral y política, apelamos a nuestra humanidad.
Desde el Movimiento Feminista de Murcia exigimos una coordinación global de los feminismos contrahegemónicos, no-blancos y no-sionistas, para desbordar las calles con protestas que no cesen hasta que se detenga el asesinato del pueblo palestino.
Interpelamos a todas las personas, colectivos, asociaciones y agrupaciones que se autodenominen feministas interseccionales a emprender acciones globales contundentes que fuercen a nuestros gobiernos a intervenir y detener el genocidio.
Somos testigos. No debemos ser cómplices.
Asumir la lucha por la liberación del pueblo palestino y poner fin al genocidio debe ser parte primordial de nuestras agendas y movilizaciones feministas aquí y ahora.
¡Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá!