Con motivo del Día de la Visibilidad Lésbica, ayer, 26 de abril, hoy el colectivo Familia Lesbiana ha llenado de vida, memoria y reivindicación la Plaza de la Glorieta de Murcia, a las puertas del Ayuntamiento. Con la cabeza alta y el corazón encendido, varias decenas de activistas lesbianas y aliadas se han reunido en un emotivo acto público para hacer oír su voz y exigir un espacio digno en la sociedad.
Durante la concentración, las asistentes repartieron bollos como gesto simbólico de reapropiación. Con humor y reivindicación, resignificaron el término «bollera», históricamente usado como insulto, convirtiéndolo en símbolo de orgullo y resistencia. «Queremos que nuestros símbolos y nuestras palabras dejen de ser armas para herirnos y se conviertan en banderas de resistencia y alegría», señalaron.
Como cierre del acto se lectura de un manifiesto cargado de fuerza y memoria colectiva. Las organizadoras recordaron que la visibilidad lésbica no es solo una cuestión de orgullo, sino también de justicia histórica. «Somos hijas y nietas de quienes no pudieron decir su nombre, y de quienes lo gritaron a pesar del precio», proclamaron.
A lo largo de su intervención, rindieron homenaje a mujeres lesbianas fundamentales para el pensamiento y la lucha emancipadora de clase, como Monique Wittig, Adrienne Rich, Luce Irigaray y Audre Lorde. También recordaron a Mónica Briones, lesbiana asesinada brutalmente en Chile en 1984, cuya memoria sigue siendo un símbolo de resistencia internacionalista. «Allá, como aquí, ser lesbiana ha sido y sigue siendo un acto de coraje, de amor propio y de insumisión», afirmaron.
«Exigir ser vistas no es una frivolidad: es poner en jaque al régimen heterosexual», denunciaron en el manifiesto, subrayando que las mujeres lesbianas siguen siendo sistemáticamente invisibilizadas en muchos espacios sociales, culturales y políticos. Reivindicaron su autonomía dentro de los movimientos sociales: «No somos un apéndice del feminismo ni un subgrupo dentro del colectivo LGTB. Somos historia, cuerpo, deseo y lucha.»
Con un grito unánime de «¡Viva la memoria, la rebeldía y el deseo lésbico!», el acto en Murcia cerró reafirmando su compromiso de no volver al armario y de construir un futuro en el que ninguna joven lesbiana tenga que vivir en silencio ni con miedo.
Extensión de las reivindicaciones a Beniel
La jornada reivindicativa comenzó esta mañana en el municipio de Beniel, donde Familia Lesbiana junto a la asociación Epéntica se concentraron también en apoyo a la visibilidad lésbica. En un ambiente de solidaridad intergeneracional, ambas organizaciones leyeron fragmentos del manifiesto y compartieron reflexiones sobre la necesidad de seguir conquistando espacios libres de violencia, discriminación y olvido.
El colectivo Familia Lesbiana ha anunciado que continuará organizando actividades de visibilización y denuncia a lo largo del año, para seguir abriendo caminos para las generaciones presentes y futuras.