La guerra cognitiva contra Marruecos: Una ofensiva encubierta dirigida desde Abu Dabi

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| Escrito por Yahya Zarhouni

En los últimos años, Marruecos se ha convertido en blanco de una sofisticada campaña de guerra cognitiva orquestada desde Emiratos Árabes Unidos (EAU), según reveló un informe estratégico del Instituto de Estudios Geopolíticos, Horizon publicado a finales de agosto. Este análisis detalla cómo una red coordinada de operaciones digitales, mediáticas y humanas, financiada y dirigida desde Abu Dabi, busca socavar la legitimidad del sistema monárquico marroquí, debilitar su influencia en África y minar la cohesión social del país.

El informe señala que esta campaña no es casual, sino parte de una estrategia regional de largo alcance, liderada por el jeque Tahnoun bin Zayed Al Nahyan, hermano del presidente de los EAU, Mohamed bin Zayed, y actual jefe de los servicios de inteligencia emiratíes. Tahnoun, conocido por su influencia en las operaciones de inteligencia y ciberseguridad del país, estaría al frente de una red de desinformación que combina filtraciones masivas de datos, campañas mediáticas en medios occidentales y la creación de figuras de oposición aparente, muchas de ellas vinculadas a antiguos agentes marroquíes que huyeron al extranjero.

JabaRoot: El brazo digital de la ofensiva

Uno de los ejes centrales de esta guerra cognitiva es el sitio web JabRoot (جبروت), que hasta ahora se presentaba como una plataforma de denuncia independiente enfocada en temas de seguridad y corrupción en Marruecos. Sin embargo, el informe revela que JabaRoot es en realidad un proyecto financiado y controlado desde Emiratos Árabes Unidos, operando desde servidores ubicados en Chipre y las Seychelas, y respaldado por inteligencia artificial para generar contenidos falsos (deepfakes) y narrativas emocionales diseñadas para erosionar la confianza del público en las instituciones marroquíes.

Desde abril, Jabrout ha publicado millones de archivos filtrados que incluyen datos personales, bancarios, médicos, registros de propiedad y documentos judiciales clasificados. Entre ellos, se encuentran informaciones sensibles sobre el rey Mohamed VI, miembros de la familia real, altos funcionarios y jueces. Estas filtraciones siempre van acompañadas de una narrativa cuidadosamente elaborada, que mezcla verdad y ficción para desestabilizar el tejido social y político del país.

Aliados mediáticos: La complicidad de Le Monde y otros medios

El informe también destaca el papel de medios occidentales, como el diario francés Le Monde, que en los últimos meses ha publicado artículos críticos con Marruecos basados en fuentes anónimas y documentos cuestionables. Estos artículos, señala el análisis, forman parte de una estrategia de deslegitimación internacional coordinada desde Abu Dabi, que busca presentar a Marruecos como un Estado autoritario y corrupto ante la opinión pública europea.

Estas campañas no son aisladas. El informe revela que varios periodistas, activistas y «opositores» marroquíes. que residen en Emiratos Árabes Unidos, especialmente en Abu Dabi, están siendo utilizados como voceros de esta narrativa. Entre ellos, se menciona al controvertido al-Mahdi al-Hajoui , exdirector de una división de investigación de los servicios de inteligencia marroquíes, quien supuestamente huyó a Francia, luego a España y actualmente reside en Emiratos con una gran cantidad de documentos clasificados.

Las autoridades marroquíes han desmentido que al-Hajoui fuera vicejefe de inteligencia, aunque reconocen que tuvo acceso a información sensible. Su presencia en Emiratos, junto a otros exagentes como Zakaria Moumni, Hicham Boussity o Driss Farhat, sugiere la existencia de una red de desertores instrumentalizados por los servicios emiratíes para debilitar al Estado marroquí desde dentro.

La respuesta marroquí: Una unidad especial contra la desinformación

Ante esta amenaza creciente, Marruecos ha reaccionado con firmeza.
Hace pocos días, se anunció la creación de una unidad especial de ciberseguridad y contradesinformación, bajo el mando de un alto oficial del ejército, cuya misión será monitorear, detectar y neutralizar campañas de guerra cognitiva dirigidas contra el país. Esta unidad trabajará en estrecha colaboración con plataformas digitales, organismos internacionales y servicios de inteligencia aliados para rastrear y eliminar contenido hostil.

Además, Marruecos está preparando acciones legales internacionales contra las plataformas y empresas que facilitan la difusión de información falsa, así como el desarrollo de estrategias de comunicación proactiva para reforzar la legitimidad institucional y promover una narrativa nacional positiva.

¿Por qué Marruecos? Los motivos geopolíticos detrás del conflicto

El informe plantea una pregunta clave: ¿Por qué Emiratos Árabes Unidos está detrás de esta ofensiva? La respuesta se encuentra en la ambición geopolítica de Mohamed bin Zayed, quien aspira a convertirse en la figura dominante del mundo árabe y africano. Marruecos, con su creciente influencia en África subsahariana, su alianza estratégica con Estados Unidos y su papel clave en la seguridad regional, representa un obstáculo para esa hegemonía.

Además, existe un rencor histórico y personal entre la familia Al Nahyan y la monarquía marroquí. Según fuentes cercanas a la corte marroquí, Mohamed bin Zayed fue expulsado de una escuela real en Marruecos en su juventud por bajo rendimiento académico, lo que habría generado una profunda frustración. Aunque esta anécdota no puede verificarse oficialmente, varios analistas sugieren que podría haber alimentado un sentimiento de resentimiento que hoy se traduce en una política hostil.

Una nueva era de conflictos: La batalla por la mente colectiva

El informe concluye que esta guerra cognitiva representa un cambio cualitativo en las relaciones internacionales: hoy, las batallas no se libran solo en el campo físico, sino en el campo del conocimiento, la percepción y la identidad. Marruecos, a pesar de las amenazas, tiene la oportunidad de fortalecer su legitimidad, consolidar sus alianzas africanas y desarrollar una estrategia de resistencia cognitiva que sirva como modelo para otros países.

En palabras del informe:
«Marruecos enfrenta un desafío doble: la amenaza de una guerra cognitiva que ataca sus símbolos nacionales e instituciones, y al mismo tiempo, una oportunidad histórica para afirmar su independencia política, reforzar su presencia africana y construir estrategias efectivas contra las nuevas formas de agresión no convencional.»

Conclusión

La revelación del Instituto de Estudios Geopolíticos no es solo un alerta sobre una campaña de desinformación, sino una llamada de atención sobre cómo las potencias regionales están utilizando herramientas digitales y mediáticas para reconfigurar el equilibrio de poder en el mundo árabe y africano. Marruecos, con sus sólidos servicios de inteligencia y su creciente sofisticación en ciberseguridad, está en primera línea de esta nueva guerra invisible.

El futuro de la estabilidad regional dependerá en gran medida de la capacidad de los Estados para defender no solo su territorio, sino también su narrativa nacional, su memoria colectiva y su soberanía.

 

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