“¡Palestina nos duele!”. Bajo este lema, medio centenar de activistas se dieron cita a las puertas del Hospital Reina Sofía de Murcia para participar en una acción reivindicativa organizada por el colectivo Palestina Libre Región de Murcia. La cita comenzó a las 10:00 horas y, tras reunirse, los manifestantes aprovecharon la afluencia del mercado semanal de la Avenida de La Fama para realizar un recorrido informativo entre los puestos, sin interrumpir la actividad comercial.
La iniciativa buscaba visibilizar la situación extrema que atraviesa la población gazatí ante el bloqueo y el asedio israelí, que impiden el acceso a alimentos y ayuda humanitaria. Durante el paseo, los activistas portaron pancartas con mensajes de apoyo al pueblo palestino, logrando generar reacciones que oscilaron entre el escepticismo inicial y una empatía solidaria, especialmente entre mujeres de origen árabe, quienes respondieron con el gesto de la “V” de victoria. Algunas personas incluso ofrecieron ayuda económica para la infancia palestina más castigada por la guerra.
Más allá de la anécdota, estas reacciones reflejan la fractura moral en la sociedad occidental, atrapada entre el consumismo y la indiferencia por un lado, y la creciente conciencia humanitaria por otro. Para los organizadores, el objetivo no era solo repartir información, sino continuar una campaña sostenida de concienciación, que ya ha incluido protestas sonoras como la cacerolada del pasado 4 de agosto en la Plaza de San Agustín y una huelga de hambre de 16 noches, desarrollada entre mayo y junio en la Glorieta.
“El hambre en Gaza es un arma de guerra”
Los activistas insisten en que lo que en Murcia es una actividad cotidiana —como acudir a un mercado— en Gaza se ha convertido en una lucha diaria por la supervivencia. La destrucción del tejido productivo, la escasez de alimentos básicos y el cerco israelí que bloquea la entrada de ayuda humanitaria han transformado la alimentación en un campo de batalla. “Los puntos de distribución se convierten en trampas mortales”, explican, denunciando que el régimen israelí utiliza la ayuda como cebo para hostigar a la población.
Este ciclo de acciones se enmarca en una estrategia más amplia para denunciar lo que califican como un genocidio planificado, ejecutado con la complicidad internacional y el apoyo explícito de Estados Unidos. “No podemos ser testigos mudos”, advierten los portavoces del movimiento.
¡Palestina nos duele!
Esa jornada, convocados por Palestina Libre Región de Murcia, nos encontramos A las 10:00 en la puerta de urgencias del Reina Sofía. Una vez sumadas unas cincuenta personas,aprovechamos el mercado semanal que se instala y despliega a lo largo de la Avenida de La Fama en Murcia, para realizar un paseíllo informativo del que disfrutamos medio centenar de activistas portando carteles individuales reivindicativos.Actuación que, irrumpiendo por sorpresa, entre los puestos de frutas y verduras y demás mercancías, pero sin molestar y afectar al normal discurrir de la animada y fluida actividad comercial, suscito un mínimo de escepticismo fatalista, respecto a su efectividad, y un máximo de comprensiva empatía, e incluso eufórica simpatía. Hasta el punto que despertó desde la generosidad más espontánea y altruista, ofreciendo dinero para el sustento de la infancia más abandonada y maltratada, hasta los gestos más triunfalistas que brotaban acompañados por una esperanzadora sonrisa emocionada y que eran una de las respuestas solidarias más repetidas por las mujeres, de procedencia araboislámica, independientemente de su nacionalidad.
Me refiero a la “V”, que se forma con los dedos contiguos abiertos en esa posición, reconocida como el signo de la victoria a nivel mundial.Reacciones que lejos de ser anecdóticas reflejan la doble moralidad que conforma, e incluso divide y confronta a nuestra sociedad, el ombliguismo materialista más egocéntrico y occidentalista, que es incapaz de pensar globalmente, más allá de sus necesidades y privilegios; y frente a esta filosofía, del egoísmo más ciego, la visión más filantrópica que antepone la dignidad humana al capitalismo más salvaje y destructivo.Más que de un reparto de información, se trataba de proseguir con la campaña de concienciación sobre la transcendencia, que la solidaridad con el pueblo palestino,especialmente con la población gazatí, tiene para la supervivencia de esta nación en peligro de extinción. Durante el recorrido se explicó, tanto a vendedores como a compradores, la dificultad que un acto, tan rutinario y democrático, como el libre acceso a los bienes de consumo y al autoabastecimiento se transforma en una carrera cotidiana, contra la muerte, enla Franja de Gaza, el mayor campo de concentración y exterminio sobre la faz de la Tierra. Así diariamente alcanzar los puntos de distribución alimentaria se ha truncado en una prueba de subsistencia repleta de obstáculos prácticamente insalvables, tales como la escasez y la carestía de los alimentos básicos, los altos márgenes de beneficio exigidos por los intermediarios, la destrucción del tejido productivo, y la puntilla, el asedio y hostigamiento permanente que impide la entrada de ayuda humanitaria, que se entrega como cebo o trampa mortal para cazar a los que se arriesgan a caer, cegados por el hambre, en el cepo letal en el que han mutado los puntos de entrega habilitados por el régimen sionista.Esta iniciativa destinada a mentalizar sobre esta trágica realidad, no es una actividad aislada,sino que supone la continuidad de una cadena de acciones, de largo recorrido, cuyo eslabón más cercano lo constituyó la Cacerolada que se concentró el 4 de agosto, o sea tres días antes,en la Plaza de San Agustín. Clamorosa protesta que reunió a centenares de instrumentistas,más concienciados que afinados, tañendo diferentes utensilios de los muchos que conforman una armoniosa batería de cocina, ruidosa denuncia para poner de manifiesto que las ollas,cazos y pucheros palestinos están tan vacíos como sus estómagos.
Anteriormente a esta escandalosa y justificada protesta, para poner de manifiesto que el cerco israelí impide el abastecimiento alimentario, Palestina Libre unida a los Yayoflautas pudo celebrar la consecución de otro hito, aún más crucial, la Huelga de Hambre que se desarrolló en la Glorieta y que, iniciada el 28 de mayo, mediante un sistema de turnos y relevos, se pudo mantener acampada durante 16 noches con sus consecutivos días, 17 en total, finalizando el14 de junio. Periodo durante el que, con diferentes eventos socioculturales solidarios,evidenciamos esa cruda y dramática coyuntura, la provocada hambruna aniquiladora, diseñadapara eliminar, de su tierra, a todo un pueblo, tan semita como el que lo quiere hacer desaparecer.La conclusión, la fecha marcada y subrayada en el calendario, como 14 de junio, coincidía con la jornada de la Gran Manifestación celebrada en Cartagena, que no fue una más de tantas, sino una de las más grandiosas abrazadas, por la ciudad portuaria, que puso de manifiesto el rechazo que la mayoría de la sociedad cartagenera siente al verse convertida, viendo su voluntad forzada, en un puerto connivente con el comercio de armas. Aunque solo sea como escala obligatoria para uno de los más repulsivos y detestables tráficos, que circulan globalmente, gozando de absoluta impunidad internacional, el de armamento destinado a uno de los infanticidios más atroces de lo que debería guarda memoria la humanidad por toda la eternidad.
Aprovecho la oportunidad, para anunciar y movilizar, a la sociedad murciana, para que acuda y participe masivamente en la próxima ocasión en la que nos concentraremos, nuevamente, en la Glorieta murciana, el próximo 19 de agosto. Acto nocturno, velatorio de dolorosa empatía,al que se ruega ir de negro, o al menos de oscuro, como signo externo de nuestro duelo y respeto, por las familias gazatíes, víctimas del genocidio, o si no queremos repetir termino,genoctonía. Una vigilia promovida por Palestina Libre que iniciándose a las 20:00, está previsto demos por clausurada a las 02:00 de la madrugada. Durante esta emotiva velada,encenderemos las velas y los cirios y todo tipo de luminarias, que aportemos entre todos,como recordatorio de las almas que ya no están entre nosotros, físicamente, pero cuya memoria sigue alentando nuestra lucha y continúa siendo la fuerza que nos impulsa a señalar,con dedo acusador, la criminal complicidad de EEUU con el genocida Estado sionista. Alianza indisoluble que está ejecutando un plan premeditado e intencionado de exterminio del pueblo palestino, masacrando, cercados por la inanición y la deshidratación, tanto a niñas y niños como a mujeres y hombres que, además son expulsados, desplazados y exiliados de la tierra que legítimamente, por derecho hereditario y por prolongación histórica, les pertenece.Expolio territorial, social y cultural ante el que no debemos ser mudos testigos, pues, nuestra negligente inacción, o indiferencia, nos convierte en indolentes y silenciosos cómplices.
Trabajo del equipo de redacción.
Os dejamos con un video sobre la concentración: https://youtu.be/FDyFQXNzLDI
Salud y resistencia.