Silvana Rita Garaffa, sanitaria argentina residente en Navarra, cumple hoy su tercer día de huelga de hambre indefinida en solidaridad con el pueblo de Gaza. En esta jornada, ha compartido una profunda reflexión titulada “Gaza, nuestra brújula”, escrita el pasado 11 de julio, en la que denuncia con dureza la masacre diaria y la impunidad con la que se comete un genocidio ante la indiferencia y el silencio cómplice del mundo.
“No hay palabras que describan las masacres diarias, el genocidio perpetrado ante nuestros ojos con total impunidad, ante la indiferencia que intentan normalizar para mantenernos callados, sumisos, egoístamente inmunes y ajenos al mundo”, afirma Garaffa.
En su reflexión, denuncia la hipocresía de los grandes oradores de derechos humanos que manipulan conceptos como igualdad, justicia y equidad para sus propios intereses, mientras millones de personas —“los nadies”— luchan cada día con las desigualdades, las humillaciones veladas y la precariedad que el sistema corrupto les impone. “El sistema ha determinado que la educación pública incomoda y hay que promover la privada, donde el negocio de los depredadores campa a sus anchas con descaro”, sostiene.
Garaffa hace un llamamiento urgente: “Nosotros, los nadies, debemos reaccionar en masa y decir: ‘Basta, que se pare el mundo, marchemos en masa a Gaza’”.
Asimismo, pone el foco en cómo el consumismo occidental alimenta esta maquinaria de opresión: “Las grandes empresas se lucran con nuestras falsas aspiraciones, nuestras envidias y el estúpido querer aparentar, mientras se explota a niños y mujeres en fábricas de África y otros países empobrecidos”. Por ello, reclama una ruptura con ese sistema y una reflexión sobre nuestra responsabilidad directa: “¿Cuándo dejaremos nuestros egos y envidias para centrarnos en la libertad de los otros?”.
El mensaje de Silvana Rita Garaffa va más allá de Gaza, señalando que la injusticia se extiende por numerosos países sometidos a guerras, hambre y represión: “¿Es justicia social que estén asesinando a periodistas, médicos, niños y mujeres no solo en Gaza, sino también en Yemen, Líbano, Irak, Irán, gran parte de África y Latinoamérica?”
Condena además la complicidad de los poderes occidentales que avalan estas atrocidades, amparando a estados genocidas y criminalizando a las víctimas y a quienes visibilizan sus crímenes.
“Gaza, desde hace casi 80 años, sufre una invasión y una intimidación por parte del estado genocida, apoyado por los mismos países que tienen sus manos manchadas de sangre en la historia”, advierte Garaffa, y apela a la solidaridad y la lucha por la dignidad y el derecho a la tierra de este pueblo.
Finalmente, invita a “ser nosotros, los nadies, quienes cambiemos las reglas del mundo” y advierte que, si no se frena esta corrupción globalizada, mañana “seremos nosotros”.