Silvana Rita Garaffa, de 55 años, celadora en el quirófano de urgencias del Hospital Universitario de Navarra y activista por los derechos humanos, ha iniciado una huelga de hambre indefinida desde su domicilio en Pamplona, como gesto de solidaridad con la población de Gaza y en respuesta a la llamada de acción lanzada desde Khan Yunis por un grupo de jóvenes gazatíes bajo el nombre de “Estómagos Vacíos”.
“Me sumo a ellos indefinidamente, hasta que el cuerpo me lo permita, porque esto ya es insoportable”, ha declarado en un vídeo publicado este sábado. Garaffa denuncia la masacre continuada contra la población civil palestina por parte del Estado de Israel y la pasividad cómplice de la comunidad internacional. “Todos los gobernantes, excepto unos pocos como Yemen, están mirando hacia otro lado”, afirma.
La activista, natural de Buenos Aires y residente en Navarra desde hace años, participó recientemente en la Marcha hacia Gaza desde El Cairo. Ahora, continúa su compromiso desde el ámbito personal con un acto de sacrificio voluntario: “¿Cómo podéis comer, beber un café o trabajar mientras a los bebés palestinos se les niega la leche de fórmula y se les asesina con anzuelos de comida?”, se pregunta en su testimonio.
Silvana ha hecho un llamamiento abierto a la sociedad civil: “Os invito a participar, a quienes tengáis buena salud, desde vuestras casas, vuestras voces, vuestros vídeos. Que se visibilice el dolor del pueblo palestino”. Según explica, su huelga de hambre —a base de agua, té y café— no busca protagonismo, sino sacudir conciencias y exigir justicia.
“La brújula moral del mundo hoy se llama Gaza. Los pueblos solo nos salvamos entre pueblos”, concluye, instando a parar el mundo si es necesario para poner fin al genocidio.
Garaffa publicará a diario un diario en vídeo sobre su huelga a través de un canal de Telegram en proceso de difusión.