Día 2 de la huelga de hambre de Silvana Rita Garaffa en Pamplona: “Nuestro consumo es su eslabón más débil. Digamos basta”

En su segundo día de huelga de hambre, Silvana Garaffa denuncia el cinismo de las “pausas humanitarias”, llama al boicot civil y exige pasar de las palabras a la acción para frenar el genocidio en Gaza.

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Silvana Rita Garaffa, sanitaria y activista argentina afincada en Pamplona, cumple hoy lunes su segundo día de huelga de hambre indefinida en apoyo al pueblo palestino, sumándose a la iniciativa «Estómagos Vacíos» iniciada en Khan Yunis por jóvenes gazatíes que se niegan a acudir a los puntos de reparto de comida gestionados por Israel, considerados trampas mortales.

Desde su domicilio, Garaffa continúa visibilizando su protesta a través de vídeos y textos que difunde en redes sociales y en un canal de Telegram. En su último mensaje, ha agradecido el “aluvión de apoyo recibido en Instagram” y ha recordado que “esta causa no es mía ni tuya: es global”.

La activista también ha respondido a los pocos comentarios críticos que ha recibido, denunciando la manipulación mediática del discurso sionista:

“Cuando un Estado sionista se ve acorralado por la presión mediática mundial, lanza la trampa de la ‘pausa humanitaria’. Te deja unas migajas… y luego te bombardea. No son errores: es cinismo”.

Garaffa, que trabaja como celadora en el Hospital Universitario de Navarra y participó en la reciente Marcha a Gaza desde El Cairo, insiste en que la respuesta de la sociedad civil debe ser radical:

“Tenemos que parar el mundo. Con el COVID pasamos dos años confinados. ¿Por qué no podemos autoconfinarnos contra el genocidio? Cerrar comercios, dejar de ir a festivales, a partidos… dos meses de boicot real, y esto se detiene”.

La activista aclara que su huelga de hambre no es solo alimentaria —sólo toma agua, café y té—, sino también un llamado a dejar de alimentar con consumo el sistema que sostiene la masacre:

“No asistir a festivales, cines, ligas deportivas; todo eso alimenta a los sionistas y sus cómplices. Difundir: eso les duele”.

Para cerrar su segundo día de protesta, ha compartido un texto escrito el pasado 11 de julio, titulado «Sobran las palabras», donde denuncia la complicidad del sistema económico y mediático en la barbarie:

“Mientras lees esto y bebes un café, miles de niños mueren quemados, sepultados o por hambre bajo bombas genocidas. Digamos ¡basta! Que se acaben las palabras y comiencen las acciones”.

Silvana continúa su huelga “hasta que el cuerpo lo resista”, convencida de que la acción colectiva es la única vía para frenar el genocidio y que “los pueblos solo nos salvamos entre pueblos”.

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