Escrito por Vito
Desde este lunes 19 de mayo hasta el próximo martes 27 de mayo se celebra la 78º asamblea mundial de la salud, organizada por la OMS e integrada por 194 países miembros.
El principal tema de debate y estudio será el acuerdo sobre prevención, preparación y respuesta frente a pandemias. El borrador de dicho acuerdo llega directamente desde el Órgano de Negociación y es el resultado de un largo proceso durado tres años.
El objetivo de estos nuevos protocolos que se van a debatir es el de garantizar una respuesta más coordinada y equitativa frente a nuevas pandemias desde un punto de vista global.
Se pretende que haya un arbitro reconocido por todos que facilite la colaboración científica y el intercambio de informaciones, que evite la concentración de recursos en las manos de los que pueden pagar más y que garantice un reparto equitativo de las medidas contra las pandemias, ya sean mascarillas o vacunas.
Los trabajos han girado alrededor del principio de “Una sola salud”, porque no existe la salud de un solo país o de una sola área si los vecinos no gozan también del mismo nivel de cobertura sanitaria.
Se ha hablado también de los riesgos que suponen la “infodemia”, la avalancha de información falsa y engañosa, durante un brote epidémico y más en general ha habido un acercamiento a las diferentes cuestiones desde muchos ámbitos: científico, económico, político, social.
El Acuerdo nace bajo buenos auspicios y la retirada de las negociaciones de Estados Unidos y Argentina, de Trump y de Milei, hacen pensar que de verdad podamos estar cerca de tener un instrumento justo y eficaz.
Más señales de que el Acuerdo podría ser positivo
En España, la asociación fascista HazteOír ha organizado una recogida de firmas a través de su plataforma CitizenGo en contra del Acuerdo sobre Pandemias. Se lo resumimos para ahorrarles la penosa lectura del texto de recogida de firmas que han lanzado.
Entre las razones que esgrimen está la supuesta cesión de poder a un órgano supranacional, el poder sin contrapeso que a su juicio tendrían los gobiernos para decidir sobre los confinamientos o la censura para silenciar a los “críticos”.
También, según estos, España perdería soberanía sobre sus recursos de emergencia que podrían ser “confiscados” en cualquier momento y sin previo aviso.
Dicen desde sus medios que se trataría en suma de “Un acuerdo muy peligroso que daría a la OMS el poder de encerrarte, censurarte y controlarte……porque seamos claros: esto va de poder…Esta es la batalla final. Nuestra última oportunidad”.
Mienten y juegan a la desinformación con material muy peligroso.
En realidad y como de costumbre, son mentiras muy mal armadas, sin fundamento alguno y con muy poco terreno intelectual.
Responden a un único diseño antidemocrático vuelto a socavar las Instituciones, a confundir al pueblo y, en el caso que nos ocupa, a mantener intactos privilegios predemocráticos.
En un País que ha visto morir a 7.291 personas por las políticas de privatización de la Sanidad Pública estos ejercicios de idiotez deberían tener un recorrido muy limitado.
Sin embargo, los gorros de papel “albal” han venido para quedarse y mejor no bajar la guardia antes estos intentos de manipulación, por muy vulgares que nos parezcan.