El 3 de mayo de 2025, fecha en la que Hind Rajab habría cumplido siete años, la Fundación que lleva su nombre presentó una denuncia formal ante la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya, exigiendo justicia por el asesinato de la niña de seis años, su familia y el equipo médico que intentó rescatarlos durante un ataque en Gaza el *29 de enero de 2024*.
La denuncia, de 120 páginas, incluye pruebas contundentes recopiladas durante un año de investigaciones —con el apoyo de organizaciones internacionales como Forensic Architecture y Sky News—, así como imágenes de satélite, análisis forenses y documentación que detalla la cadena de mando militar israelí involucrada. El caso se basa en el artículo 15 del Estatuto de Roma y busca la emisión de órdenes de detención contra 24 oficiales y soldados israelíes implicados en el crimen.

Entre los acusados figuran el coronel Beni Aharon, comandante de la 401.ª Brigada Blindada del ejército israelí; el teniente coronel Daniel Ella, al mando del 52.º Batallón Blindado; y el mayor Shon Glass, jefe de la compañía conocida como «Imperio de los Vampiros». También se incluyen 22 soldados que participaron directamente en la operación o facilitaron los ataques contra el vehículo civil y la ambulancia.
El ataque, que tuvo lugar en una zona densamente poblada de Gaza, ocurrió pese a que la Media Luna Roja Palestina había coordinado previamente con las fuerzas israelíes el traslado seguro del grupo. Sin embargo, tanques israelíes atacaron primero el coche familiar y, posteriormente, destruyeron la ambulancia que acudió a rescatar a los heridos, matando también a los paramédicos.
La Fundación señaló que esta querella se sustenta en una denuncia previa presentada por la Organización de Derechos Humanos de Palestina y revela un patrón de conducta deliberada y sistemática contra civiles, que constituiría violaciones graves de los artículos 6, 7 y 8 del Estatuto de Roma, tipificando crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y posibles actos de genocidio.
Natasha Brac, jefa de litigio de la organización, afirmó: «El informe prueba la existencia de una cadena de mando directa y de una intención deliberada. El asesinato de Hind Rajab no es un incidente aislado, sino un ejemplo de una metodología que se ceba en los civiles palestinos; la Corte Penal Internacional debe actuar de inmediato».
La revelación de los detalles del caso se produjo tras la emisión del programa Ma Khafiya Aʿẓam («Lo oculto es mayor») de Al Jazeera, que identificó por primera vez al batallón israelí responsable del ataque.
Además de la acción ante la CPI, la Fundación Hind Rajab ha iniciado una estrategia legal global basada en el principio de jurisdicción universal. Ya se presentó una demanda en Argentina contra el soldado Itay Kokorkov, y se preparan casos adicionales en Europa, América Latina y Norteamérica.
Diab Abu Jahjah, director general de la fundación, declaró: «Lo que emprendemos no es solo una vía legal, sino una revolución contra la impunidad. Pensaron que el crimen de Hind sería olvidado; sin embargo, llevamos su nombre como bandera de justicia, paso a paso, hasta sentar a los asesinos en el banquillo»
Yahya Zarhouni