
La tercera jornada de huelga en el centro logístico Amazon RMU1 ha confirmado la contundencia del paro: la plantilla mantiene una participación masiva que alcanza entre el 80 % y el 90 %, llegando incluso al 100 % en varias secciones. “Hemos paralizado la empresa en plena campaña del Black Friday”, ha señalado Alfonso Martínez Valero, delegado de CGT y portavoz del comité de huelga, advirtiendo además de que la falta de voluntad negociadora por parte de la dirección “solo empuja a continuar la movilización”.
La plantilla reivindica desde hace meses mejoras esenciales en un centro que consideran “el peor tratado de la red de Amazon en España”. Denuncian salarios más bajos que en otros almacenes del país, jornadas más largas, errores reiterados en nóminas, rotaciones injustificadas y una presión constante para aumentar ritmos que, según explican, está provocando accidentes laborales que a menudo ni se reconocen.
En el interior del centro, el ambiente se ha tensado aún más durante la huelga. Martínez Valero denuncia que se están produciendo acciones de coacción y hostigamiento destinadas a desactivar el paro: trabajadores enviados deliberadamente a zonas remotas para aislarlos del resto de la plantilla, advertencias explícitas para evitar reuniones de más de tres personas y una vigilancia interna que, según el portavoz, establece restricciones “impropias de una democracia” y recuerda a épocas autoritarias que los trabajadores se niegan a revivir. “Están intentando quebrar nuestra unidad mediante el miedo”, sostiene, subrayando que la plantilla tiene testigos y testimonios directos que confirman estos comportamientos.
Las demandas del comité son claras: una actualización salarial real, revisión de pluses y complementos, control efectivo de los ritmos y cargas de trabajo, reconocimiento adecuado de los accidentes laborales, transparencia en los turnos y un cese inmediato de prácticas disciplinarias que consideran arbitrarias y represivas. “Lo que pedimos es básico: que Amazon respete la ley, que respete los derechos y que deje de tratarnos como si fuéramos reemplazables”, resume Martínez Valero.
El conflicto en Murcia se suma a una ola internacional de protestas coincidiendo con el Make Amazon Pay Day 2025, una campaña global que denuncia el modelo laboral de la multinacional y su impacto social y ambiental. En España, el centro RMU1 ha emergido como un símbolo de la resistencia trabajadora frente a la precarización de la logística.
Ante la ausencia de diálogo, la plantilla ya ha anunciado nuevas jornadas de huelga del 16 al 23 de diciembre, entrando de lleno en la campaña navideña. “Si Amazon quiere operar en España, tendrá que respetar las leyes españolas. Y si no quiere escucharnos ahora, nos escuchará más adelante, porque la plantilla está unida y no piensa dar un paso atrás”, ha concluido el portavoz del comité de huelga.
















