Miles de médicos y médicas de toda España han secundado este viernes 13 de junio la primera jornada de huelga nacional médica y facultativa convocada por la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA), en rechazo al borrador de Estatuto Marco planteado por el Ministerio de Sanidad. El documento, filtrado a principios de 2025 y presentado oficialmente al comité de huelga el 21 de mayo, ha provocado una respuesta masiva del colectivo médico, que denuncia un grave empeoramiento de sus condiciones laborales y una amenaza directa al sostenimiento del sistema público de salud.
El paro ha estado acompañado de concentraciones simbólicas en hospitales y centros de salud de todo el país, donde las batas blancas han vuelto a convertirse en un símbolo de dignidad profesional. En cada pancarta y consigna ha quedado claro el mensaje: sin derechos laborales, no hay medicina de calidad.
Una jornada laboral sin descanso real
El borrador del Estatuto Marco propuesto por el Ministerio plantea una jornada flexible entre las 7:00 y las 22:00 horas, sin establecer límites claros ni mecanismos de compensación. Se fijan 45 horas semanales en promedio cuatrimestral, con la posibilidad de ampliar hasta 150 horas anuales adicionales sin retribución garantizada.
Entre los aspectos más controvertidos, el texto permite anular los descansos mínimos de 12 horas entre turnos por “necesidades organizativas”, al tiempo que no regula adecuadamente las guardias localizadas, ni las considera tiempo efectivo de trabajo. Las guardias médicas —en muchos casos de 24 horas— seguirán siendo obligatorias, mal retribuidas y sin tope de duración. Con ello, se normalizan semanas laborales de hasta 60 o 70 horas.
Además, se prevén sistemas de cobertura de incidencias obligatorios, sin remuneración, y un descanso semanal de apenas 72 horas cada 14 días.
Una bofetada a la conciliación y al relevo generacional
El nuevo Estatuto no sólo atenta contra la salud de los profesionales, sino que desprecia derechos fundamentales como la conciliación familiar, la reducción de jornada o el descanso físico y mental. Estos derechos quedarían supeditados a las “necesidades asistenciales” y a la capacidad organizativa de las gerencias, dejando sin garantías a una profesión ya tensionada.
La norma tampoco contempla medidas eficaces para fidelizar a los nuevos médicos, que seguirán sujetos a exclusividad y precariedad en los primeros años de vinculación con el Sistema Nacional de Salud. El resultado: un éxodo creciente hacia otros países o hacia el sector privado.
Murcia se planta: 4 de cada 10 médicos paran contra el Estatuto Marco
La Región de Murcia se ha sumado con fuerza a esta jornada de lucha. Según datos del Servicio Murciano de Salud (SMS), un 39,9% de los facultativos y un 44,73% de los residentes han secundado el paro. A las 9.00 horas, se han producido concentraciones en hospitales como el Virgen de la Arrixaca, convocadas por el Sindicato Médico CESM Región de Murcia y con el apoyo del Colegio Oficial de Médicos.
Allí, el presidente del Sindicato Médico, Clemente Casado, leyó un manifiesto que resume el sentir del colectivo: “Esta no es una huelga corporativista ni económica. Es una movilización de dignidad para poder ofrecer la mejor atención a nuestros pacientes. Hoy no atenderemos consultas ni quirófanos —salvo los servicios mínimos—, pero estaremos aquí alzando la voz por la sanidad pública”.
La movilización murciana no ha comenzado hoy. Desde febrero se han producido protestas en centros de salud, concentraciones en Madrid (13 de febrero y 5 de abril), una acción ante la Delegación del Gobierno en Murcia el 5 de mayo y una campaña de recogida de firmas en la que participaron más de 3.000 profesionales de la Región.
La profesión médica exige que el Estatuto Marco se redacte desde la especificidad de su labor: “contemple la singularidad del ejercicio médico, su formación continua, su responsabilidad legal y el liderazgo en los procesos asistenciales”. En resumen: que se construya con quienes curan, no contra ellos.
Una lucha en defensa de la sanidad pública
La convocatoria de huelga ha recibido el respaldo de sociedades científicas, colegios profesionales, facultades de Medicina y estudiantes. La sensación es unánime: si este Estatuto Marco se aprueba, se consolidará un modelo de explotación normalizada que alejará aún más a los profesionales de un sistema que necesita urgentemente ser reforzado y protegido.
“No hay sanidad pública sin médicos con derechos”, rezaba una de las pancartas frente al hospital de referencia de Murcia. Es también el lema que resuena en toda España.
Esta huelga no termina hoy. Las organizaciones convocantes anuncian nuevas movilizaciones si el Ministerio no retira el texto y abre un proceso real de negociación. Mientras tanto, miles de profesionales seguirán luchando para que curar no cueste la salud de quien lo hace.
