La segunda edición de la Marcha Republicana ha reunido este domingo a miles de personas en el corazón de Madrid para exigir que el reinado de Felipe VI sea el último y abrir un proceso constituyente que dé paso a una III República. Bajo el lema “Hasta que se vayan”, la movilización ha partido a mediodía desde la Plaza de Neptuno y ha recorrido el centro de la capital con un mensaje firme: la monarquía es incompatible con la democracia, la paz y la justicia social.
Promovida por el grupo motor de la Marcha Republicana, la convocatoria de este año se ha visto atravesada por un fuerte contenido antimilitarista, en un contexto de incremento sin precedentes del gasto en Defensa por parte del Gobierno. “La monarquía representa el militarismo y la sumisión a intereses ajenos a los de la ciudadanía”, han denunciado los convocantes. El manifiesto leído al término de la marcha, en la Puerta del Sol, por el actor Patxi Freytez y la periodista Laura Arroyo —en varias lenguas, entre ellas asturiano y aragonés— ha vuelto a poner en primer plano la “corrupción estructural” de la institución monárquica y la necesidad de construir un proyecto republicano feminista, antirracista, ecologista y defensor de los servicios públicos.
Más de quince autobuses han llegado desde distintas comunidades del Estado —Asturias, Cantabria, Euskadi, Aragón, País Valencià, Castilla-La Mancha, Murcia, entre otras— sumados a trenes y coches particulares. La previsión de participación superó ampliamente la del pasado año, cuando más de 30.000 personas tomaron Madrid en el décimo aniversario de la coronación de Felipe VI.
Maíllo: “La República es paz, es esperanza y es futuro”
Durante la jornada, el coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, ha querido subrayar el sentido político de la convocatoria: “Este domingo celebramos una marcha por la República como proyecto de esperanza, de futuro y de paz. Frente a un sistema marcado por el autoritarismo, la corrupción y el servilismo hacia una élite económica, la República representa un modelo de país justo y profundamente democrático”.
Maíllo ha recordado que en apenas unos días se cumplen once años desde que Felipe VI sustituyera a su padre, Juan Carlos I, “perseguido por escándalos de corrupción que no fueron responsabilidad individual, sino reflejo de una estructura de poder que condiciona el desarrollo democrático del país”.
En su intervención, ha subrayado dos ideas clave que vertebran el pensamiento republicano de Izquierda Unida:
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La República como horizonte de profundización democrática frente al avance de las derechas autoritarias y reaccionarias.
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La República como eje de unidad de una izquierda alternativa, un elemento de confluencia real entre quienes, salvo el PSOE, sostienen actualmente al Gobierno de coalición. “No debemos tener miedo a decir que la República es el pegamento de un proyecto de país. Que la monarquía, además de corrupta, es un obstáculo estructural para avanzar hacia una democracia profunda que responda a las demandas de las mayorías sociales. El debate está abierto, y estamos aquí para empujarlo”.
Maíllo también ha rechazado frontalmente cualquier hipótesis de salida del Gobierno por parte de IU: “No estamos aquí para abandonar, sino para hacer reflexionar. En un mundo al borde de una guerra total en Oriente Próximo, con miles de personas movilizadas contra el neofascismo en Estados Unidos y con urgencias nacionales como el derecho a la vivienda, lo que no puede seguir tapándolo todo es la corrupción. Nuestra respuesta es clara: más democracia. Y mañana mismo presentaremos una batería de propuestas de regeneración democrática y lucha contra la corrupción que llevamos décadas trabajando”.
Una movilización sostenida en el tiempo
Con la llegada de más de 15 autobuses desde territorios como Asturias, Euskadi, País Valencià, Aragón, Murcia o Castilla-La Mancha, la manifestación de este año ha superado las expectativas de asistencia de la anterior edición, que ya congregó a más de 30.000 personas.
La Marcha Republicana busca consolidarse como una cita fija en el calendario de movilizaciones, complementando al tradicional 14 de abril con una nueva fecha de referencia: el mes de junio, en torno al aniversario de la proclamación de Felipe VI.
“Hasta que se vayan”
Las organizaciones convocantes insisten en que la lucha republicana no es una nostalgia, sino un horizonte de futuro. Consultas populares, jornadas de formación, asambleas estatales y actos de calle están vertebrando un movimiento sólido y transversal. Un movimiento que ya no se contenta con pedir explicaciones: exige el fin de la monarquía y la devolución a la ciudadanía de su derecho a decidir sobre la forma de Estado.
Como han recordado desde el grupo motor:
“Cada mes de junio, hasta que los Borbones se vayan, saldremos a las calles”.
