La izquierda transformadora rinde homenaje a Julio Anguita con un grito coral por la unidad y la alternativa democrática

Dirigentes de IU, EH Bildu y ERC se dan cita en Córdoba para reivindicar el legado ético y político de Anguita ante el avance del autoritarismo, mientras se critica la desmovilización progresista y el abandono de los sectores populares

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“Julio Anguita sigue en la orilla de los que luchan”. Ese fue uno de los mensajes centrales que resonaron el pasado miércoles 14 de mayo en el salón de actos de la Facultad de Derecho de Córdoba, donde el colectivo Prometeo reunió a referentes del espacio de la izquierda rupturista para recordar al histórico dirigente comunista y lanzar, desde su pensamiento, un potente llamamiento a la unidad, a la movilización popular y a la reconstrucción de un proyecto político con ambición transformadora frente al avance de la reacción ultraderechista.

Máxima expectación en la Facultad de Derecho de Córdoba | Foto: Pablo del Tajo

El acto, titulado En la misma orilla, tuvo como protagonistas a Antonio Maíllo (coordinador federal de IU), Pernando Barrena (eurodiputado de EH Bildu), Joan Tardà (ERC), así como intervenciones en vídeo como la de Gabriel Rufián. Aunque la ausencia de Irene Montero, anunciada tan solo unas horas antes mediante un mensaje de WhatsApp, marcó cierto desencanto organizativo, no empañó la solidez de las intervenciones ni el espíritu de homenaje y combate que impregnó toda la jornada.

Maíllo: «El fascismo ya no es una amenaza, es una realidad»

Maíllo planteó una intervención centrada en el contexto actual y la vigencia política de Anguita. “No estamos ante una amenaza de fascismo: ya está aquí. Y minimizarlo es una irresponsabilidad histórica”, advirtió. Para el líder de IU, la respuesta no puede ser una mera defensa del statu quo institucional: “Frente al autoritarismo, la izquierda debe ofrecer un programa de profundización democrática. Si no abrimos una brecha desde lo público, desde la banca, desde lo común, ya hemos perdido la batalla”.

Desde la crítica a la deriva neoliberal de las políticas europeas hasta la defensa de una banca pública y la necesidad de nacionalizar sectores estratégicos como la energía o las telecomunicaciones, Maíllo fue desgranando lo que definió como “mínimos de un proyecto de país para una izquierda que no se resigne”.

“La paz no es solo un valor, es la condición de posibilidad de todos los derechos sociales. No hay salud ni educación si no hay paz. Y la militarización de Europa, al dictado de la OTAN y de Estados Unidos, va en dirección contraria a esa seguridad humana que necesitamos defender”, sentenció.

Barrena: “No estamos aquí para alimentar minorías intensas, sino mayorías sociales”

El eurodiputado de EH Bildu, Pernando Barrena, ofreció una intervención serena pero contundente. “Representamos culturas políticas distintas, pero hoy el momento histórico exige frentes amplios. Como en Uruguay, donde cuando la derecha llama a la puerta, se responde con unidad y con programa”, afirmó, apelando al ejemplo del Frente Amplio como modelo de articulación popular.

Barrena defendió que EH Bildu seguirá apostando por tejer alianzas con la izquierda estatal “desde una visión de clase y desde una conciencia nacional vasca, pero también con la mirada puesta en una mayoría social progresista que supere las lógicas partidistas y las trincheras del pasado”.

“Somos independentistas, sí, pero también somos internacionalistas, y por eso queremos construir conjuntamente esa alternativa”, subrayó.

Tardà: “Cuando el ascensor social se rompe, la izquierda debe saber dar respuesta”

Joan Tardà, histórico dirigente de ERC, abordó la cuestión social desde el prisma de las desigualdades territoriales y generacionales. “El ascensor social ha dejado de funcionar, especialmente en lugares como Cataluña, donde las clases populares están perdiendo su horizonte de mejora”, advirtió.

Tardà insistió en que la izquierda no puede permitirse seguir atrapada en los marcos institucionales si no es capaz de dar respuestas reales. “La memoria de Julio Anguita no es un monumento: es un programa vivo. Y ese programa nos exige una izquierda coherente, capaz de decir la verdad y actuar en consecuencia”, afirmó.

Rufián: “Anguita, Allende y Tamudo: nuestros referentes populares”

A través de un vídeo, Gabriel Rufián hizo un guiño cómplice al recordar a Julio Anguita como uno de sus referentes junto a Salvador Allende y el futbolista Raúl Tamudo. “Porque también en el fútbol, como en la política, hace falta coraje, humildad y juego colectivo”, ironizó, para cerrar con un mensaje claro: “El legado de Julio es luchar sin miedo y sin renunciar a los principios”.

El reto de la izquierda: unidad, movilización y proyecto

El acto no fue solo un homenaje, sino también un diagnóstico compartido del momento que vive la izquierda. Crisis económica, avance de la ultraderecha, desafección ciudadana, guerra y emergencia climática dibujan un escenario crítico. Frente a él, los intervinientes coincidieron en que no basta con resistir: hay que reconstruir un proyecto emancipador, sólido y popular.

La ausencia de Irene Montero –como antes ocurriera con Yolanda Díaz en otro acto anterior, según lamentó públicamente Juan Rivera, miembro del colectivo Prometeo– dejó en evidencia las fracturas existentes en el espacio político de la izquierda estatal. Pero el contenido de las intervenciones apuntó más allá: a la necesidad urgente de superar siglas, personalismos y tácticas de corto alcance.

Como recordó Barrena, “cuando la derecha avanza, no es tiempo de diferencias, sino de estrategia común”. Y como subrayó Maíllo, “hay condiciones para una alternativa, pero hay que nombrarla, organizarla y sostenerla desde abajo”.

El acto cerró con un aplauso largo y cálido. No solo a Julio Anguita, sino a una forma de hacer política que sigue latiendo. En Córdoba, su ciudad, su pensamiento volvió a ser brújula. Y su ejemplo, bandera.

Mesa de ponentes del acto | Foto: Pablo del Tajo
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