El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) «pisotea la democracia», según los promotores de la ILP «No Es Mi Cultura», al alinearse con VOX para bloquear el debate acerca de las competencias territoriales para decidir sobre el futuro de la tauromaquia.
La iniciativa, respaldada por 664.777 firmas válidas, ha sido bloqueada después de que el Partido Obrero Socialista Español (PSOE) decidiera abstenerse, sumando en la práctica sus votos al rechazo frontal de Partido Popular, UPN y VOX e impidiendo que la voz de la ciudadanía continúe su trámite parlamentario.
Durante el debate, las posiciones de los grupos han evidenciado una clara división. Mientras una mayoría de la cámara se mostraba a favor de debatir, la postura del PSOE ha sido determinante para tumbar la iniciativa.
En un giro inesperado, el Grupo Socialista se ha desmarcado de sus socios, de su propio posicionamiento en la Comisión de Cultura y de la voluntad popular al abstenerse. Su portavoz Maribel García López ha justificado la decisión apelando a que la cultura no se debiera imponer a través de leyes ni tampoco depender de su derogación. «La cultura no se impone ni se deroga por decreto», expresó. «Respetamos a quienes firmaron la Iniciativa, pero también respetamos a quienes piensan distinto», agregó. En un mismo discurso, el PSOE defendió una España heterogénea, pero sin atreverse a derogar una ley que no permite que cada territorio decida qué cultura elige y cuál le identifica.
Por otro lado, Sumar, compuesto por Izquierda Unida, Chunta Aragonesista, Más Madrid y Verdes Equo, entre otro, y Podemos han defendido con firmeza la ILP, argumentando que el maltrato animal no puede ser cultura y que la legislación debe reflejar la creciente sensibilidad social. Calificaron la decisión del PSOE como una oportunidad perdida para alinear a España con los valores europeos de protección animal.
Los partidos autonómicos, como ERC, Junts, PNV, EH Bildu y BNG, han apoyado la ILP, subrayando que la ley de 2013 fue una «imposición centralista». Defendieron la necesidad de devolver las competencias a los territorios para que cada comunidad pueda decidir según su propia realidad social, lamentando que se haya priorizado el bloqueo a la soberanía territorial.
Como se esperaba, el Partido Popular y VOX han votado en contra, defendiendo la tauromaquia como un pilar de la «tradición» y la «cultura» española. Han celebrado el fracaso de la iniciativa, que calificaron de «ataque a la libertad».
La decisión del PSOE ha causado una profunda decepción en la Comisión Promotora. Aïda Gascón ha declarado: «El debate ha puesto a cada uno en su sitio. Mientras una mayoría defendía la compasión, el PSOE ha preferido dar la espalda a la ciudadanía para no incomodar a sus sectores más conservadores. Hoy, lamentablemente, ha ganado la crueldad».
Por su parte, Cristina Ibáñez ha señalado: «Es un día triste para la democracia. El PSOE ha ignorado un mandato ciudadano claro y ha impedido corregir una ley que invadió las competencias de las autonomías. Han preferido el cálculo político a respetar la voluntad popular y la soberanía de los territorios. Faltó coraje y valentía».
Marta Esteban Miñano ha concluido: «Las 664.000 firmas marcaron la agenda, pero un partido que se dice progresista ha decidido cerrarle la puerta al progreso. Esto no es una derrota de la gente, sino un retrato de la desconexión de una parte de la clase política con una sociedad que avanza y pide leyes más éticas».
Con esta votación, el Congreso cierra la puerta a un debate que la sociedad civil había impulsado de forma ejemplar, y mantiene en vigor una ley que blinda el maltrato animal como patrimonio cultural en contra del sentir de una gran parte de la población.