El Alto al Fuego en Gaza: un Acuerdo que solo existe en Papel Mojado, en Sangre, mientras la Muerte sigue campando, a sus anchas, entre ruinas

Los cuerpos de los asesinados por Israel se amontonan en el hospital al-Ouda en Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza

Gaza – 19 de octubre de 2025

El anuncio del cese al fuego en la cumbre de Sharm el-Sheikh, celebrada hace apenas unos días, fue presentado por la administración estadounidense como un hito diplomático. Según Washington, el acuerdo contaba con el respaldo de “múltiples actores”, encabezados por Estados Unidos e Israel. Sin embargo, en las calles de Gaza, esa promesa se desmorona bajo el peso de los bombardeos y los cadáveres.

Desde que se anunció formalmente la tregua, más de treinta personas han muerto en ataques aéreos israelíes, la mayoría de ellas en zonas que, según testigos y organizaciones humanitarias, carecían de presencia militar. Entre los blancos más recientes figuran una punto de carga para teléfonos móviles en la zona de Zuwaida, un campo de desplazados en Nuseirat, y viviendas civiles en Deir al-Balah, áreas todas ellas densamente pobladas por personas que ya habían huido del norte de la Franja.

Fuentes militares israelíes, que pidieron el anonimato, reconocieron a medios locales que algunos de estos ataques se basaron en inteligencia “parcial” o “no verificada”, y que en ciertos casos se temía que Hamas retuviera rehenes en los lugares atacados, pero que finalmente no se encontraron pruebas de su presencia. Esta información, que circula con cautela en Tel Aviv, ha generado críticas internas sobre la laxitud de los protocolos de selección de blancos.

Washington: “Esto es normal”

Mientras tanto, la respuesta de la administración Trump ha sido, cuanto menos, desconcertante. El enviado especial de Estados Unidos a Israel, que visitó la región este mismo domingo, calificó los bombardeos como “acciones defensivas proporcionadas”, y afirmó que “no violan el espíritu del acuerdo”, ya que, en su opinión, Hamás está aprovechando la tregua para “eliminar a rivales internos” y “consolidar su control” sobre Gaza.

Esta versión, repetida desde Washington, no ha sido corroborada por ninguna agencia internacional presente en terreno, incluyendo la ONU, cuyos observadores han denunciado una escalada de violencia sin precedentes durante un supuesto cese de fuego.

“Nos están bombardeando mientras duermen”

En el campamento de Nuseirat, Umm Khaled, una madre de cinco hijos que huyó de Beit Hanoun hace tres semanas, describe la situación con voz quebrada:
“Nos dijeron que si nos quedábamos en el norte moriríamos. Vinimos aquí porque dijeron que era zona segura. Anoche cayó un misil a cien metros de mi tienda. ¿Esto es un cese de fuego?”

Los hospitales de la zona, ya colapsados por la falta de medicamentos y electricidad, reciben cada hora a nuevos heridos, muchos de ellos niños. El doctor Iyad Abu Zaher, director del hospital Al-Aqsa en Deir al-Balah, advierte:
“No estamos ante una guerra convencional. Estamos ante una cacería sistemática de civiles, bajo la mirada de un mundo que firma acuerdos y luego mira hacia otro lado”.

Un cese de fuego que solo existe en los discursos

El presidente Donald Trump, en su comparecencia del viernes, insistió en que “todas las partes están respetando el acuerdo”, y elogió el “compromiso” de Israel con la tregua. Pero ni siquiera los analistas más cercanos al establishment estadounidense logran conciliar esa afirmación con las imágenes que llegan desde Gaza.
“Es un cese de fuego solo en el lenguaje diplomático”.
“En la práctica, Israel está llevando a cabo operaciones ofensivas, y Washington está legitimando cada bombardeo bajo la excusa de la ‘autodefensa’”.

¿El fin de la credibilidad occidental?

Para muchos palestinos, lo que está en juego ya no es solo la vida cotidiana, sino la percepción misma de la justicia internacional.
“Nos bombardean, y luego nos dicen que es paz. Nos desplazan, y luego nos dicen que es seguridad. ¿Qué nos queda? ¿Esperar a que nos maten en silencio?”, se pregunta Ahmed al-Louh, un maestro de 42 años que perdió a dos hijos en un ataque en Zuwaida.

Mientras tanto, los miscios israelíes siguen cayendo sobre Gaza, y los muertos siguen siendo contados, no por los diplomáticos que firman acuerdos en resorts de Egipto, sino por los voluntarios que aún tienen fuerzas para cavar tumbas en la arena.

El cese de fuego, dicen en Gaza, no llegó. Y si alguna vez existió, murió el mismo día que fue firmado. Y no sabemos cuándo van a pronunciarse los supuestamente garantes del acuerdo de “paz” como el mismo Egipto o el tan ansioso por el acuerdo Presidente de Turquía Erdogan o otros presentes entonces en el acuerdo del cese de fuego. Mientras tanto los gazaties siguen, igual que antes, conviviendo cotidianamente con la muerte.

Los cuerpos de los asesinados por Israel se amontonan en el hospital al-Ouda en Nuseirat, en el centro de la Franja de GazaLos nombres de la tregua rota

Pero la estadística abstracta de «más de treinta muertos» adquiere su dimensión más trágica y condenatoria en la lista de nombres. Son la prueba irrefutable de que el alto al fuego es, en el mejor de los casos, una ficción letal. Estos son algunos de los asesinados que llegaron al Hospital Al-Awda (Retorno) en Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, tras los últimos bombardeos:

  • Adel Abdulaziz Issa

  • Ezzeddine Adel Abdulaziz Issa

  • Omar Abdullah Sobhi Al-Zagzouq

  • Dana Abdullah Al-Zagzouq

  • Islam Ahmed Khalil Talaba

  • Weshah Hassan Ahmed Hassan

  • Weshah Tala Ahmed Hassan

  • Weshah Ibrahim Hassan Ibrahim

  • Weshah Doaa Mohammed Fayez

  • Weshah Mohammed Ahmed Hassan Amir

  • Amir Mohammed Ahmed Abumurshod

  • Weshah Nada Ahmed Hassan

  • Mahmoud Shaban Youssef Amer

  • Afaf Khader Mohammed Abujahjoh

  • Maysa Mohamed Mohamed Mekdad

  • Mehdi Hussein Khalil Fayad

  • Alla Nahed Hassan Yahya

  • Tasneem Mohammed Ahmed Yahya

  • Osama Anas Yihad Abu Lubn

  • Mohammed Ahmed Abdel Fattah Yahya

  • Riad Mohammed Abdul Qaoud

  • Weshah Ahmed Ibrahim Hassan

  • Mahmoud Ahmed Abdel Fattah Yahya

  • Fatima Mahmoud Mohammed Abu Rabie

Cada nombre en esta lista desmiente, de forma irrevocable, los comunicados de prensa triunfalistas. Son padres, hijos, hermanas, abuelos. Son la evidencia de que, mientras se negociaba la paz en Sharm el-Sheikh, en Gaza se seguía firmando sentencias de muerte. El acuerdo no solo existe en papel mojado en sangre; existe sobre una lápida colectiva.

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